El barrio de Villa Luján, en la ciudad de Tucumán, ayer quedó sumergido en un baño de sangre y horror, cuando un chofer de colectivos asesinó a escopetazos a su ex pareja, de 43 años, a una hija de la mujer, de 12, y a una nieta, de 6. Hirió gravemente a un nieto, de 4, y después se dirigió a los fondos de la casa, donde con la misma escopeta se suicidó. El hombre, que había mantenido una relación con la mujer, ya era conocido en el barrio como violento y golpeador. La mujer intentaba apartarse de él y ya había cortado el vínculo para regresar con su ex marido. El chofer fue visto por los vecinos durante la mañana, merodeando la casa. Buscaba el momento para poder ingresar. Al mediodía, cuando Nancy Ruiz les daba de almorzar a los chicos, reunidos en la cocina, el homicida, Héctor Audi, entró con una escopeta calibre 32 y empezó a los tiros.

El triple crimen tuvo lugar ayer al mediodía, en el barrio Villa Luján de la capital tucumana. Héctor Audi, de 43 años, esperó el momento justo. Esperó que Nancy se quedara sola con sus hijos y nietos para introducirse en la vivienda, ubicada en Ramírez de Velasco al 1900, con la idea de asesinar a todos sus ocupantes.

Con una escopeta de caños superpuestos calibre 32, el hombre gatilló y mató a Nancy Ruiz, también de 43. Según los primeros datos recogidos por los investigadores, Audi había mantenido una relación amorosa con la mujer durante casi dos años. No vivían juntos, pero en ocasiones él se quedaba a dormir en la casa de la calle Velasco. Con el tiempo, la pareja se fue deteriorando. Los vecinos contaron que el hombre era un violento. En más de una oportunidad se escucharon gritos en la casa y al menos en una oportunidad vieron cómo Audi le pegaba a Nancy en la calle.

Nancy decidió entonces cortar la relación. El chofer nunca aceptó la ruptura. Y su enojo se agravó después de enterarse de que Nancy intentaba volver con su ex marido. La habría amenazado por ello. Ante esta situación, Lorena, la hija mayor de Nancy que es policía, habría salido a interceder y defender a su madre del acoso de Audi.

Ayer, más exaltado que de costumbre, Audi entró a los tiros y después de matar a la mujer, le disparó a Micaela Soraire, de 12 años, hija de la víctima. Luego, mató a Paula Alvarez, de 6, nieta de Nancy e hija de Lorena. La última víctima fue Francisco Alvarez, de 4, que recibió una perdigonada que le provocó el desprendimiento de la mandíbula y que motivó su urgente internación en el Hospital de Niños.

Los únicos que zafaron, físicamente, fueron los otros hijos de la víctima que lograron escapar a los disparos. Darío y Alberto, de 11 y 7 años, saltaron una tapia y se escondieron en la casa de un vecino. También se salvó una empleada doméstica, que se refugió en uno de los dormitorios de la vivienda. Luego de cometer el crimen, Audi se dirigió al fondo de la casa y se suicidó de un escopetazo.