Domingo, 13 de enero de 2008 | Hoy
Cuestionadas por las poblaciones afectadas, las minas de oro, plata y cobre se reproducen en Argentina. Ya se explotan nueve yacimientos, se construyen otros cinco y exploran 140. Prometen trabajo y desarrollo local, pero son denunciadas por contaminar y empobrecer las regiones. Aquí, un resumen de los emprendimientos más polémicos y resistidos por las comunidades.
Por Darío Aranda
No tan difundida como la industria papelera, la actividad minera de Argentina guarda perfil bajo, suele desarrollarse lejos de las ciudades y los métodos que utiliza son muy diferentes de los usados décadas atrás: ya no se trata de galerías, ya no hay picos ni palas, y ni siquiera hay mineros. Es una explotación altamente tecnificada, con monumentales obras, enormes maquinarias y millonarias exportaciones: 6000 millones de pesos por año, equivalente al presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social durante todo 2007 o tres veces el presupuesto de Salud. Pero, al igual que las plantas de celulosa, también acumula cuestionamientos: el impacto ambiental; problemas para la agricultura, el exagerado uso de agua y el exiguo tributo de regalías. Cifras oficiales hablan de sólo nueve emprendimientos activos, pero hay otros cinco en construcción y 140 en exploración. “El oro es un lujo inútil. Y sin agua no hay vida”, es la ecuación que realizan más de 70 pueblos, de trece provincias, afectados por la minería de metales a gran escala. La advertencia no es casual: Argentina es la vedette de la industria minera mundial. Empresas de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Suiza, Sudáfrica y Japón impulsan la explotación a lo largo de los cinco mil kilómetros de cordillera, desde Jujuy hasta Santa Cruz.
Solo una empresa, Minera Alumbrera (ubicada en Andalgalá, Catamarca), exporta por año 23 mil toneladas de concentrados de oro y, en una zona semidesértica, desecha 1100 litros de agua por segundo, casi cuatro millones de litros por hora. Los nuevos yacimientos son hasta tres veces más grandes, utilizan el sistema de extracción llamado “a cielo abierto”: con grandes explosiones de rocas y sopas ácidas (muchas veces con una sustancia contaminante como el cianuro) producen un cóctel capaz de contaminar el aire, el suelo y las napas subterráneas.
Desde sectores tan diversos como el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) hasta los grandes empresarios vitivinícolas remarcan que la minería a gran escala atenta contra otras formas de desarrollo (agricultura y cría de animales, entre otros).
Con el precio internacional del oro en la cotización más alta de los últimos 28 años (900 dólares la onza), la actividad es cuestionada por asambleas ciudadanas, vecinos autoconvocados, movimientos campesinos, comunidades indígenas y organizaciones ambientalistas. Las críticas tienen cuatro ejes: aseguran que la actividad no aporta al desarrollo local, no genera empleo significativo (salvo en la etapa de instalación), extrae recursos naturales no renovables con exiguos aportes al Estado y destruye el medio ambiente.
Las grandes empresas de minería internacional, que escapan de sus países por rígidos controles ambientales e impositivos, eligieron la Argentina, por las ventajas de su legislación: las empresas, hasta ahora, no cuentan con retenciones a las exportaciones (en diciembre, el Gobierno decidió el cobro del impuesto a sólo cuatro empresas y aún se espera una nueva legislación que elimine la exención del resto de las compañías), no deben liquidar divisas, no pagan impuestos a los combustibles ni tasas para la importación. Y en los primeros cinco años no pagan impuestos nacionales, provinciales ni municipales. Aquí, un breve recorrido por sólo trece de los emprendimientos mineros más polémicos de Argentina.
Patagonia Gold
Navidad: Se trata de uno de los emprendimientos de plata y plomo más grandes del mundo, llamado así porque los primeros resultados de laboratorio estuvieron un 25 de diciembre. El estudio determinó que estaban frente a un gran regalo: existen minerales por 3500 millones de dólares. Esa riqueza se la disputaron dos empresas canadienses: IMA Explorations y Aquiline Resources. El conflicto no se resolvió en la justicia local, sino en los tribunales canadienses, que otorgaron la explotación a Aquiline. Está ubicado en la localidad de Gastre, de 600 habitantes, en Chubut, zona de pequeña ganadería y cría de guanacos. En la etapa de exploración (cuando la empresa aún estaba en manos de IMA), se removió un cementerio indígena de 400 años de antigüedad. “Por este atropello, ese yacimiento estará maldito, nunca se realizará”, advirtieron los mapuches.
El Desquite: La lucha del pueblo de Esquel marcó un quiebre en la relación de las comunidades y las explotaciones de metales a gran escala. La Asamblea de Vecinos Autoconvocados organizó una consulta popular (en 2003) donde la comunidad se pronunció por el rechazo. Se trata de un proyecto de oro y plata a cielo abierto, con uso de cianuro, a sólo diez kilómetros del centro urbano. Fue un hito en la lucha por los bienes naturales y sirvió como puntapié para la organización de otras comunidades del país. A pesar del tiempo y la sostenida resistencia, la empresa Meridian Gold (de Estados Unidos) mantiene el proyecto en cartera, tratando de seducir a los pobladores. Esquel fue el primer lugar de América donde la acción de la población logró que un proyecto de explotación minera suspenda sus actividades.
Calcatreu: La canadiense Aquiline trabaja desde hace cuatro años en la puesta en funcionamiento de una mina de oro y plata a cielo abierto, con cianuro, en Ingeniero Jacobacci, Río Negro. Uno de los grandes opositores es el Parlamento Mapuche. Y también se organizaron vecinos autoconvocados, que rechazan cualquier emprendimiento minero a gran escala. El proyecto está ubicado a 200 kilómetros de San Carlos de Bariloche y a 80 del centro urbano de Jacobacci. La compañía admitió que está en etapa de “exploración avanzada”.
Cerro vanguardia: Es un yacimiento de oro y plata, cuya concesión minera se extiende por 514 Kilómetros cuadrados. Es la principal mina de metales preciosos, en cuanto a su proyección, del país: comenzó a construirse en 1997, la extracción se inició un año después y su vida útil llegará hasta el 2027. La explotación consiste en extracción a cielo abierto, que utiliza el proceso de lixiviación de cianuro. Existe muy poca información sobre su forma de trabajo y su implicación en el medio ambiente. Está ubicada en pleno desierto patagónico, la localidad más cercana (Puerto San Julián) está ubicada a 150 kilómetros del yacimiento. Es un proyecto impulsado por el ex gobernador y ex presidente, Néstor Kirchner. Es propiedad de Anglo Gold Ashanti (un consorcio británico y sudafricano), con participación de la provincia y del Grupo Perez Companc.
El Norte también brilla
Minera Alumbrera: Es el caso testigo de la minería metalífera a gran escala. Funciona desde hace doce años en Andalgalá, Catamarca. Se encuentra entre los diez grandes emprendimientos de cobre del mundo y entre los 15 de oro (exporta 190 mil toneladas anuales de concentrados de cobre y 23 mil toneladas de oro). Es la mina más grande de Argentina y está gerenciada por un consorcio de empresas: la suiza Xstrata y las canadienses Goldcorp y Northern Orion. Es una obra faraónica que remueve, por día, 340 toneladas de roca y factura por año 680 millones de dólares. Para las asambleas ambientales, es el paradigma del fiasco minero. Aseguran que nada de lo que prometió se cumplió: no hubo desarrollo local, no hubo más trabajo (menos de 100 habitantes de Andalgalá trabajan en el yacimiento), y sí hubo casos de contaminación: sólo en los últimos dos años, hubo cuatro derrames del mineraloducto. La empresa acaba de extender la vida útil del yacimiento hasta el 2016.
Agua rica: La canadiense Yamana Gold comenzará en breve las obras de infraestructura de otro yacimiento, tres veces más grande que Alumbrera, a sólo 17 kilómetros del centro de Andalgalá, en la cima de las montañas ubicadas frente a la ciudad. Planea extraer oro, plata, cobre y molibdeno. Planea procesar, por día, 70.000 toneladas de roca, durante 30 años. Los vecinos autoconvocados remarcan que de esa montaña nacen los tres ríos que alimentan de agua a toda la región: casi un cuarto de la provincia. Muchas casas y tierras ya están en venta. Comenzará la construcción en el segundo semestre de este año y la producción en 2011.
Salar del Hombre Muerto: Es uno de los yacimientos más grandes de litio (metal indispensable para las baterías de celular). Se encuentra en plena puna catamarqueña, en el departamento Antofagasta de la Sierra. Pertenece a la empresa norteamericana FMC Lithium Corp. A raíz del Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno, cuenta con la facilidad de una salida directa al Pacífico. Tiene capacidad para producir 25 millones de libras de carbonato de litio y 12 millones de cloruro de litio. Cuenta con una vida útil de 70 años. Pobladores campesinos acusan al yacimiento de contaminar los arroyos de donde obtienen agua para consumo humano, animal y riego.
Pirquitas y Minera Aguilar: En el departamento jujeño de Rinconada, a 346 kilómetros al noroeste de San Salvador de Jujuy y 4200 metros de altura, se encuentra la Mina Pirquitas. Fue, entre 1936 y 1989, una explotación subterránea de donde se extrajeron 20.000 toneladas de estaño y 25 millones de onzas de plata. Desde 1995, diferentes empresas evalúan la posibilidad de explotar el yacimiento a cielo abierto, con el cual podría extraer estaño, plata y zinc. La empresa canadiense Silver Standar es propietaria del proyecto. Minera Aguilar es un yacimiento de plomo, plata y zinc en etapa de exploración. Pertenece a la empresa suiza Glencore y está ubicada en el departamento de Humahuaca.
Cuyo: El Potosí argentino
Veladero: Está ubicado a 320 kilómetros al noroeste de la capital sanjuanina. En octubre de 2005, la empresa canadiense Barrick Gold comenzó la extracción de oro y plata. Utiliza el sistema de explotación a cielo abierto con utilización de cianuro, tiene una vida útil de 17 años y planea extraer trece millones de onzas de oro. El ex menemista y ahora kirchnerista gobernador de San Juan, José Luis Gioja, es uno de sus máximos defensores. También es impulsor de una insólita legislación que prohíbe y castiga con multas y arrestos de hasta 30 días cualquier protesta pública contra el accionar minero. “Será sancionado quien anunciando desastres, infortunios o peligros inexistentes provoque alarma, de modo que pueda llevar intranquilidad o temor a la población”, advierte el artículo 113 del Régimen Contravencional de San Juan.
Pascua Lama: Es el primer proyecto binacional entre Chile y Argentina. Será el yacimiento más grande de ambos países y estará entre los primeros del mundo. Pertenece a la canadiense Barrick Gold y extraerá oro y plata. Aseguran que no utilizará cianuro, pero igualmente será a cielo abierto. Ya cuenta con la aprobación de ambos países, las obras de infraestructura demandarán dos años. A mediados de 2009 estará exportando oro y plata de suelo sanjuanino. Es, sin duda, el proyecto más polémico. “Será un desastre, peor que cinco plantas de celulosa juntas”, graficaron los ambientalistas de San Juan. Tiene una vida útil de 23 años, utilizará 370 litros de agua por segundo, dinamitará 45.000 toneladas de montaña por día y cuenta con reservas por 20.000 millones de dólares. Utilizará, por mes, 17 camiones con cianuro y 200 camiones con explosivos.
Pachón: El yacimiento fue descubierto en 1960. Pero nunca pasó la etapa de exploración. La empresa suiza Xstrata estima que cuando empiece a producir puede convertirse en el principal proveedor de cobre del país y su producción representaría el tres por ciento de la producción mundial. La multinacional planea comenzar la construcción este año, la producción en 2010 y tendrá una vida útil de veinte años. Será tres veces más grande que Veladero, está ubicado en Calingasta, a sólo tres kilómetros de la frontera con Chile. El sistema de extracción también será a cielo abierto. Es un yacimiento de cobre y molibdeno, aunque también tiene oro y plata.
Famatina: La canadiense Barrick Gold también pretende explotar una mina de oro y plata en el cerro Famatina, La Rioja. Los pueblos de la región cuestionaron el proyecto con campañas de difusión, marchas y un corte de ruta en el paraje Peñas Negras, a 1800 metros de altura, que ya lleva diez meses. Lograron que la legislatura prohibiera la minería a cielo abierto. En agosto, el gobernador Beder Herrera aseguró ante la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) que en La Rioja serán bienvenidas las empresas mineras. En el paraje de Peñas Negras, la asamblea riojana continuará con el corte de ruta hasta que Barrick abandone el proyecto.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.