Sentado sobre la línea de cal, descansa un jugador de poco más de un metro, con una remera de El Che. ¿Quién es ese que tenés en la remera? “Un buen tipo”, responde Matías, de 5 años. Y Esteban, de 11, se suma para decir que “era un hombre que luchaba por las personas, como lucha nuestro equipo”. Martín, de 12, agrega que “el Che buscaba que todos tuvieran un hogar”. Y Daniel, de 15, recuerda que “peleaba por la libertad y por eso a mí me pone contento defender esta camiseta. Nosotros también somos gente humilde y luchamos en cada partido”. Desde ese lugar, mira Daniel el futuro del club, que será el futuro del barrio. “Cuando yo sea grande, quiero que El Che tenga vestuarios, redes, y todo lo que hace falta. Por eso, el año que viene, voy a colaborar entrenando a los más chicos.”