“Así como hace 40 años la gente consultaba porque le lagrimeaba el ojo, ahora consultan porque tienen ‘piedritas en los ojos’: el ojo seco. Es que el tiempo frente a una pantalla, cualquier pantalla, sin pausas, produce alteraciones en la córnea”, comentó Raúl Folco, ex jefe de Oftalmología del Hospital Alvarez, quien dirigió el equipo que, hace varios años, produjo el trabajo “Prevención de fatiga visual en usuarios de computadoras”.

El texto puntualiza que “la disminución en el ritmo del parpadeo, que se deriva de fijar la mirada, se acompaña de una menor humidificación de la superficie corneal que conlleva sensaciones de ardor, escozor y disminución temporaria de la calidad de la visión”. Es que “el ojo seco es un motivo de consulta muy frecuente, aunque la gente no advierta su relación con la jornada laboral”. Recursos para paliar el síntoma son “los colirios, la ‘gota de agua artificial’, y sobre todo tomar por lo menos dos litros de agua por día para que se genere más fluido lagrimal”.

El trabajo de los especialistas argentinos propuso también “observar pausas: se sugiere 15 minutos de descanso cada hora de trabajo para usuarios de tiempo completo”. Y, “en los casos individuales que ameriten prescripción, suelen asociarse protecciones UV y tratamiento antirreflex de los cristales de los anteojos, para absorber la radiación emitida por el monitor y por los tubos fluorescentes de iluminación ambiental”.