Página/12 publicó en febrero de 2002 una investigación de Carlos Rodríguez en la que el protagonista era uno de los procesados por el homicidio de Lucas Roldán. Allí se relataban las muertes de dos pibes de Lugano, Daniel Barbosa y Marcelo Acosta. Los testigos contaron que sobre el cuerpo de Daniel apareció una percha, una supuesta firma del oficial Rubén Solare, alias “Pelopincho”, “Viejo”, “Percha” o “Perchita”, quien sería el verdadero asesino y no el policía retirado que dijo haberlos baleado porque lo iban a robar. La esposa de otra supuesta víctima del fácil gatillo del policía, Gabriel “Piti” Alvarez, le contó a este diario cómo lo amenazó antes de su muerte y que “en el cementerio, cuando lo sepultaban, Percha se mostró sonriente y con el arma en la mano como diciendo ‘yo lo hice’”. Esas causas fueron archivadas. El cronista Sebastián Hacher lo retrató al verlo tras una procesión del Carnaval boliviano de la Villa 20: “Alto, canoso, un poco entrado en kilos, andaba como si todo el cortejo de diablos avanzara para abrirle paso”.