"Estamos dolidos por cómo se dio todo, perder y de la manera que se perdió, pero hay que meterle para adelante", sostuvo Messi respecto de partido del miércoles, antes de partir desde Ezeiza hacia España para reintegrarse al plantel del Barcelona.

Messi confió que, tras el partido, el entrenador Diego Maradona estaba "tan dolido como todos".

"Nos costó mucho a todos jugar, a los que habíamos jugado (el sábado ante Venezuela) como a los otros. A ellos les salía todo, metieron un ritmo muy alto y nosotros hacíamos un pique y nos costaba mucho recuperar. Era imposible", dijo.

"Nos sorprendió cómo jugar allí. Queríamos pegarle y no sabíamos cómo, no podíamos...", agregó en rueda de prensa. Asimismo, insistió en que "no son excusas" los problemas de la altura, al destacar que "van todos (los equipos) a jugar allá".

Messi también lamentó los momentos que se dieron durante el partido, al recordar que cuando lo tenían "para el 2-1 llegó el penal de ellos" que quebró el empate y volvió a poner en ventaja a los bolivianos.

Finalmente reconoció que los jugadores sabían "que en algún momento se podía perder pero no esperábamos que sea así". "Ahora hay que levantarnos y seguir creciendo", se despidió Messi para embarcar hacia Barcelona.