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La reunión duró 45 minutos en el despacho de Lorenzetti en el cuarto piso del Palacio de Tribunales y, según el vocero episcopal, Jorge Oesterheld, fue "en un tono amable" y tuvo como eje el diálogo sobre la situación político-institucional del país generada por la pelea del Gobierno con la oposición y los jueces.

Los obispos entregaron a Lorenzetti la declaración "La patria es un don, la Nación una tarea", en la que la Iglesia reclamó una mayor calidad institucional y pidió a la dirigencia a "una actitud de grandeza" que permita "superar el estado de confrontación permanente".

Oesterheld precisó además que la reunión fue para hacer una "invitación a crear condiciones de convivencia cada vez más armónicas" y abogó por que "cada uno de los tres poderes se complementen procurando el bien común".

"Potenciar las instituciones, eso se le dijo al magistrado. Los obispos se circunscribieron al documento, reiteraron la necesidad de una convivencia institucional, e hicieron un llamado a la amistad social", resumió el portavoz de la Iglesia.

Mañana a las 19, Bergoglio será recibido por la presidenta Cristina Fernández, con quien mantiene una relación "correcta" y "sin rispidez" -aclaró el vocero- y a las 20.30 será el turno del vicepresidente Julio Cobos.

Participaron además los jueces de la Corte Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda y los vicepresidentes de la Conferencia Episcopal Argentina Luis Villalba (Tucumán) y José María Arancedo (Santa Fe).

Los obispos solicitaron audiencias a los representantes de los tres poderes el pasado miércoles, tras difundir el documento y expresar la preocupación por "la baja calidad institucional", que "produce un acto costo social".