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El líder del PDL, Sadakazu Tanigaki, arremetió contra Kan por su mala gestión de las operaciones de rescate y de la crisis en la planta nuclear Fukushima I: "Que continúe al frente del gobierno sería extremadamente desafortunado para el pueblo". Además, Tanigaki insinuó que su partido podría presentar una moción de censura vinculante contra el gabinete de Kan en la Cámara baja del Parlamento o someter al propio primer ministro a una moción no vinculante en el Senado.

Pero también dentro del grupo político de Kan, el Partido Democrático de Japón (PD), hubo partidiarios de que renuncie. El presidente del Senado, Taeko Nishioka, instó al primer ministro a dimitir, por considerar que Kan fracasó a la hora de hacer frente a las consecuencias del desastre y a la crisis nuclear.

También Ichiro Ozawa, antiguo líder del PD y una de las figuras más influyentes en el ámbito político nipón, criticó al jefe de gobierno por su falta de liderazgo, que según consideró, podría derivar en nuevos desastres.

Las críticas llegaron dos días después de que el gobierno elevara la crisis nuclear en Fukushima al nivel 7, el máximo en una escala internacional, después de que la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial determinara que la central emitió de forma masiva materiales radiactivos, que suponen un riesgo para la salud humana y para el medio ambiente en un área extensa.

Kan es blanco de críticas desde hace tiempo. Después de los desastres naturales y el nuclear, tanto el PD como los grupos en la oposición silenciaron sus reproches. Sin embargo, la nueva derrota del PD en los comicios regionales han disparado los llamamientos a que renuncie.