Martes, 3 de mayo de 2011 | Hoy
14:17 › “AHORA, LA CUESTIóN ES SABER SI LA INFORMACIóN SUFRIó DAñOS”
El otro dispositivo de almacenamiento de información del vuelo Río de Janeiro-París que se estrelló en 2009 está “en buen estado”, aseguró la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) del gobierno galo. Con el hallazgo se tendrán más elementos para esclarecer las causas del siniestro, aunque resta saber si la corrosión de estos dos años no perjudicó los datos que contenía.
La caja fue "localizada e identificada" por los investigadores y luego recuperada por el submarino robotizado Remora 6.000, que lo hizo llegar "al navíoo francés Ile de Sein", señaló la BEA en un comunicado. Un día antes, los responsables de las pesquisas habían localizado y recuperado la primera de las dos cajas negras, precisamente la que se ocupa de grabar la actividad de los instrumentos de vuelo.
La incógnita ahora pasa por saber si los investigadores podrán recuperar los datos del interior de ambos dispositivos, después de que hayan pasado cerca de dos años sumergidas en las profundidades marinas, tras el accidente que causó 228 muertos.
El director del BEA, Jean-Paul Troadec, indicó que "el estado exterior (de la segunda caja negra) es bueno, como en la primera", pero la cuestión ahora es descubrir si han sufrido daños en el fondo marino, en particular si han sido sometidas a corrosión. En una entrevista a la emisora de radio "France Info", el especialista contó que "si todo va bien, la lectura podrá ser rápida": "En el mejor de los casos varios días, en el peor varias semanas" si se hubiera producido corrosión.
La ministra francesa de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, subrayó en un comunicado que el descubrimiento de la segunda caja negra va a permitir "un gran avance en la investigación" y por eso "el tratamiento de los datos debe comenzar lo más rápido posible".
Se tratará de que los familiares de las víctimas puedan conocer "todas las circunstancias del accidente", pero también que "la experiencia de esta catástrofe aérea es esencial para que avance la seguridad y que este tipo de drama no se vuelva a producir", remarcó la funcionaria.
A falta de las informaciones procedentes de las cajas negras, lo único que los investigadores habían podido determinar es que el vuelo AF447 sufrió un fallo en las sondas que indican la velocidad del avión, provocado por el hielo. Sin embargo, la BEA advirtió de que esas conclusiones no podían explicar por sí solas el accidente del Airbus y apeló a la prudencia sobre las mismas.
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