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Con 105 votos a favor, 9 en contra y 18 abstenciones, quedó aprobado el nuevo ejecutivo libio tras una sesión en la que estuvieron presentes 132 de los 200 legisladores que conforman el Congreso Nacional.

Se trata del tercer equipo de gobierno que se presenta ante los parlamentarios para su aprobación, desde las elecciones generales del pasado 7 de julio, las primeras de la era post Khadafi. "El Congreso General Nacional aporta su confianza al gobierno de Ali Zeidán", anunció la agencia de prensa oficial Lana.

Mientras transcurría la sesión de hoy, unas 200 personas se concentraron frente a la sede del Parlamento para mostrar su rechazo al gabinete compuesto por 27 ministros y tres viceprimeros ministros. Las fuerzas policiales y del Ejército que vigilan el edificio intentaron dispersar a los manifestantes realizando disparos disuasorios al aire, aunque no hubo disturbios como los de ayer.

La sesión de ayer, en la que se debería haber procedido a la votación de confianza, fue pospuesta a hoy después de que varios grupos de personas irrumpieran en la sala donde se encontraban reunidos los diputados.

El premier libio calificó de "equilibrado" el nuevo gobierno al anunciarlo ayer ante los legisladores. "He mantenido numerosas y continuas conversaciones para evitar cualquier controversia, intentando tener en cuenta la cuestión geográfica, sin favorecer a una región sobre otra", dijo Zidán, a quien el Congreso Nacional encargó el 14 de octubre la formación de un ejecutivo.

Aclaró además que decidió que los ministerios de Relaciones Exteriores, Cooperación Internacional, Finanzas, Justicia, Interior y Defensa estuvieran a cargo de figuras sin partido. Tanto el titular de Defensa, Mohammed el Barghati, como el de Interior, Ashur Shwayel, son oriundos de Bengazi, la cuna de la rebelión del año pasado. Barghati fue uno de los primeros oficiales del ejército regular en pasarse a los rebeldes.