Convocada por la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la protesta en la Plaza de Mayo se extenderá por 24 horas. En la vigilia participan una decena de representantes de comunidades originarias de distintos puntos del país, con el apoyo de organizaciones como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), y de agrupaciones políticas de izquierda.

"La idea es seguir insistiendo para que la presidenta acceda a escuchar, de parte de los representantes elegidos por asamblea, las demandas de los quince pueblos originarios de Argentina", dijo a la agencia Efe Pablo Pimentel, presidente de la APDH. Los manifestantes reclaman, entre otros puntos, un régimen especial para las tierras indígenas reclamadas y el acceso efectivo a la salud y la educación.

Además, denuncian los efectos del modelo extractivo (minería, agronegocios, petróleo, forestales) en sus comunidades y piden por el fin de las agresiones de parte de gobiernos locales y provinciales, especialmente hacia los qom en Formosa y Chaco.