No obstante, después de un mes fuera del circuito por un problema en la muñeca tras el US Open, Juan Martín Del Potro protagonizó un regreso imponente a la acción con el título en Tokio y la final en Shanghai. Su victoria en semifinales ante Nadal le valió además asegurar ya la clasificación para el Masters de Londres, que en noviembre reúne a los ocho mejores tenistas del año.

El reto no era nada fácil para el argentino, pues su rival, que ganó en diez de los 13 enfrentamientos que tuvieron, se impuso en sus últimos 20 partidos en China. En Pekín logró cuatro títulos en los últimos cinco años.

El primer set de la final entre Del Potro y Djokovic se fue en un suspiro, pero el argentino de 25 años reaccionó en el segundo y llevó el duelo a un tercer parcial en el que se vieron los mejores momentos de tenis. Ambos se mostraron firmes con su servicio y se jugaron el título en el "tie-break", donde el servio pareció llegar con la mente más fresca y el cuerpo más entero.

Tras más de dos horas y media de batalla, el serbio de 26 años cerró el duelo y el torneo al aprovechar la primera de las tres bolas de partido de que dispuso en el juego definitivo.