En tanto, la policía continúa realizando rastrillajes en busca de la maestra que desapareció el lunes después de salir de su casa para dirigirse al colegio San Francisco, donde cumple tareas.

Nélida del Valle Fernández y Susana Acosta, acusadas de haber secuestrado a Angela Beatriz Argañaraz, se negaron a declarar ante la fiscal Gianonni, que ordenó ayer a la policía que las detuviera.

Un examen médico realizado ayer fue suficiente para que se sospechara de las ex religiosas, que estuvieron hasta las 2 de la madrugada en Tribunales y tras negarse a declarar fueron trasladadas a la Brigada Femenina y al Departamento de Seguridad Personal.

Durante el examen, el médico de la policía detectó algo extraño, por lo que pidió que su teoría fuera confirmada por un perito de la Justicia y entre ambos realizaron un detallado informe, que fue presentado ante la fiscal.

Las mujeres, según el examen, tenían moretones en los brazos y Fernández, además, marcas en un costado de la caja torácica.

Estos signos, según los especialistas, son característicos de personas que se defendieron de una agresión.

Después de leer el informe, Gianonni le pidió al jefe de Policía, Hugo Sánchez, que las aprehendiera, bajo la imputación de privación ilegítima de la libertad.

"La actuación de la fiscal fue extremadamente arbitraria y cruel", se quejó Gustavo Morales, abogado de las mujeres detenidas, que consideró que el procedimiento está mal hecho y anticipó que recusará a Gianonni.

Morales, que reemplazó en la defensa a Beatriz Frías de Nacetti, adelantó que en las próximas horas recusará a la fiscal de la causa y pedirá la intervención del Ministerio fiscal.

También hará una presentación contra el secretario de la fiscalía, Ernesto Baaclini, e iniciará una causa penal contra el comisario Miguel Gómez, quien procedió a detener a Fernández y a Acosta.

La pista sobre la que avanza la fiscal Gianonni apunta a alguna diferencia laboral entre las aprehendidas y Argañaraz, que estaba a punto de ser nombrada directora del establecimiento escolar en la que trabaja junto con Acosta, que a su vez vive en un departamento que comparte con Fernández.

Fuente: Télam