Esta mañana, al reanudar la actividad judicial tras la feria veraniega, la Corte remitió a la jefatura de los fiscales el expediente que investiga los delitos de corrupción que salpican a diplomáticos, funcionarios y compradores de los autos que gozaban de franquicias.

Esa causa que llevaba el juez Oyarbide fue elevada al tribunal, luego de que el martes pasado el magistrado dijera que no podía descartarse que alguno de los diplomáticos terminara sospechado de ser partícipe necesario en la maniobra. Ahora, la Procuración deberá elaborar un dictamen "con carácter de urgente".

Mientras tanto, la otra parte de la causa, la del contrabando agravado, que se tramita en el fuero penal económico, recayó en el juez Jorge Brugo, quien había renunciado a su cargo, pero frente a las últimas deserciones producidas en distintos juzgados fue convocado especialmente, al igual que Bernardo Vidal Durand, para oficiar de subrogantes a la espera de futuras designaciones del Consejo de la Magistratura.

Según las fuentes consultadas, el magistrado dedicó el día a analizar las actuaciones, que acumulan varios cuerpos, ya que Aguinsky, con la intervención de la fiscal María Rivas Diez, dispuso numerosas medidas mientras tuvo a cargo el sumario.

El teléfono de Brugo no dejó de sonar durante las primeras horas, pero el magistrado prometió a los abogados de quienes pueden considerarse imputados que el lunes la causa estará a disposición de quienes necesiten consultarla.

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