El jueves pasado, una emboscada terrorista contra dos ómnibus mató a 14 personas, entre ellas soldados israelíes que respondieron al ataque y mataron a cinco policías egipcios. Esta tarde, Israel manifestó que "lamenta profundamente la pérdida de vidas de miembros de las fuerzas de seguridad egipcias", durante esos hechos en la frontera.

El primer ministro hebreo Benjamín Netanyahu culpó al brazo armado del movimiento islamita Hamas, cuyo partido político ejerce el gobierno en la Franja de Gaza. Con este argumento, la ofensiva de la aviación israelí se cobró la vida de 14 palestinos.

"Egipto denuncia el uso de la fuerza contra los civiles en cualquier circunstancia, y aconseja encarecidamente a Israel a poner fin de inmediato a sus operaciones militares contra Gaza", dice el texto que pone de relieve la primera crisis diplomática entre ambos países, desde la caída en febrero del régimen de Hosni Mubarak.

Lo que llevó al Ministerio de Exteriores de Egipto a intervenir fue que esos hechos tuvieron lugar cerca de la frontera entre ambos países, además de insistir en su posición de condenar el uso de la violencia contra los civiles y a alertar sobre el peligro que corre el proceso de relativa paz en la región.