Por rubros, las ventas que más crecieron se verificaron en artículos para el hogar, uso personal y productos tecnológicos y de computación con un alza del 16,8 por ciento, bazar y regalos con 11,2, bijouterie y fantasía con un 13,9, calzados e indumentaria con más del 10 por ciento.

El relevamiento de CAME se realizó en base a datos aportados por 372 comercios asociados a la entidad de todo del país, que indicaron que el público siguió privilegiando la compra con crédito y extendiendo el plazo lo mayor posible.

También las promociones fueron un imán, y allí los comercios más chicos debieron competir con desventaja frente a descuentos muy favorables que ofrecieron los hipermercados y shoppings. Otro factor que restó a los minoritas fue el crecimiento potente en la venta ilegal, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires.