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Capriles destacó el hecho de que "esta es una elección entre invictos", pues hasta ahora ni él ni Chávez perdieron comicios, y señaló: "Aquí va a haber un ganador y un presidente electo, pero no va a haber un pueblo derrotado". "Nadie tiene derecho a empañar una demostración cívica democrática como estamos dando hoy los venezolanos", sostuvo.

El gobernador destacó que la campaña electoral fue "intensa, hermosa, de mucho contacto" y, tras reiterar que es "muy creyente", indicó: "Estoy en las manos de Dios, como está el pueblo venezolano. Dios es el que quita y el que pone".

"El proceso electoral es de participación masiva, lo que demuestra una vez más que los venezolanos queremos resolver nuestras diferencias por la vía del voto y la democracia; estoy seguro de que mañana va a haber una sola Venezuela y vamos a estar todos abrazados, como venezolanos que somos", expresó.

Capriles votó en la mesa número 3 del colegio Santo Tomás de Villanueva, en la urbanización (barrio) Las Mercedes del municipio Baruta, del que fue alcalde, y luego dio una breve rueda de prensa en la que, tras una escueta introducción, respondió cinco preguntas.

Recibido por sus padres y por uno de sus hermanos al llegar al centro de votación, Capriles vestía una camisa blanca, un pantalón marrón y, como dijo después, "los zapatos de la suerte" que utiliza "cada vez que hay elecciones".