Ni Boca, ni River: el conjunto que se está reforzando con más convicción para afrontar el Apertura –que arranca el 8 de agosto– es Estudiantes. La incorporación del volante central Matías Sánchez, ex Racing, completó el plantel que está a cargo de Roberto Sensini, y aunque Independiente sumó más nombres (y está a punto de celebrar el arribo de Gustavo López), la calidad promedio de los futbolistas que llegaron es superior en La Plata.

No solamente mantuvo la base que lo sostuvo en los puestos de vanguardia en los últimos campeonatos, incluso peleando en la Copa Libertadores, sino que lo agrandó con jugadores de relativa jerarquía. “Cuando se habla de refuerzos, siempre digo que es mejor la calidad que la cantidad”, señala el capitán Verón. “Estudiantes necesitaba de este tipo de refuerzos, aunque después la cancha dirá su último veredicto; pero los que llegaron son jugadores que no van a sentir la presión”, agregó.

Los dirigentes apostaron a afrontar lo que consideran el desafío económico más importante en la historia del club, para reforzar un plantel bien armado. Así, se agregaron Gastón Fernández, José Luis Calderón, Mariano Barbosa, Mauro Boselli y Matías Sánchez, con una erogación que supera los seis millones de dólares. Si la cifra parece asombrosa para el mercado local, no está de más recordar que sigue siendo menor a los siete millones que Estudiantes cobrará por el pase de Pablo Piatti al Almería español.

El mayor problema de Estudiantes en el último semestre estuvo en su ataque, donde nunca pudo dar con los reemplazantes de la ofensiva que lo llevó a ganar el Apertura 2006 y que integraban Mariano Pavone (se marchó al Betis de España) y Calderón, que tras un paso breve por Arsenal está listo ahora para empezar su tercer ciclo en el club.

Las pruebas con Leandro Lázzaro (quien se volvió a Tigre después de un tibio paso por La Plata que incluyó una polémica con Juan Sebastián Verón), Ezequiel Maggiolo (fue cedido a Indios de Ciudad Juárez, México), el uruguayo Juan Manuel Salgueiro (estudia una oferta para irse a España) y Pablo Lugüercio (que espera poder pasar a Racing), nunca dieron el resultado óptimo.

Pese a la falta de definición, en la temporada pasada, 2007/08, solamente Boca sumó más puntos que el equipo platense. Los 69 puntos que consiguieron los equipos dirigidos sucesivamente por Diego Simeone (Apertura 2007) y Roberto Sensini (Clausura 2008) fueron, apenas, uno menos que los logrados por el equipo de la Ribera. Su eficacia trepó al 60,53 por ciento, con un largo invicto como local.

“Lo importante es que no se de-sarmó la base del equipo, pese a que se fueron algunos muchachos como Basanta, Piatti, Maggiolo, Edgar González y Lázzaro”, remarcó Sensini. El técnico analiza ubicar a Fernández como media punta o enganche; a Calderón como punta o bien como un volante más con llegada y a Boselli como hombre de área. “Así podremos jugar con un enlace y dos delanteros, o simplemente con cuatro volantes y dos puntas, dependerá del partido”, subrayó.

“Se armó un gran equipo, pero hay que demostrarlo en la cancha –señaló ayer el volante Rodrigo Braña–. Es una ventaja haber podido mantener la base mientras se sumaron incorporaciones, aunque eso tampoco nos asegura el triunfo.” Con Braña, Benítez, Galván, Enzo Pérez, más la llegada de Sánchez, bajo la batuta de Verón, Estudiantes se asegura estabilidad en el mediocampo, aunque queda por verse la posible salida de Moreno y Fabianesi a Boca.