El gobierno bonaerense pedirá a la fiscalía general de la provincia solicitar la unificación de las causas en las que están involucrados los barrabravas de Estudiantes. En una reunión en la Casa de Gobierno provincial entre el gobernador Daniel Scioli y el presidente de club platense, Rubén Filipas, quedó acordado que la dirigencia de la entidad se comprometía a expulsar a los violentos como socios. En el encuentro también participaron los ministros de Seguridad, Carlos Stornelli, y el de Justicia, Ricardo Casal, pero estuvo ausente el cuestionado titular del Coprosede, el comisario Rubén Pérez, quien faltó porque fue citado por el fiscal Marcelo Romero para que declarase como sospechoso de haber incumplido sus deberes de funcionario público por supuestamente no alertar sobre un posible choque entre barras de Estudiantes el pasado 3 de marzo cuando fue asesinado el sargento de la Policía Federal Sergio Rodríguez. El Coprosede, que es el departamento estatal que debe intentar evitar la violencia en las canchas originada por los barrabravas, no avisó sobre el posible enfrentamiento. El último enfrentamiento se produjo el viernes último en una parrilla de Ringuelet, cuando el grupo Los Leales atacó a barras de la facción antagónica. Hay dos detenidos en esta causa. Por su parte, el secretario de Deportes provincial, Alejandro Rodríguez, uno de los gestores del encuentro, estuvo presente en la reunión. Stornelli anunció que pedirá a la fiscalía general que proponga “unificar” causas que involucren a barrabravas de Estudiantes por considerar que eventualmente podrían recibir penas más elevadas. Además, el ministro de Seguridad se aferró al “principio de inocencia” para apoyar al titular del Coprosede ante una inminente indagatoria judicial por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público. “Hay un principio de inocencia y una explicación para dar y yo creo que la explicación que puede dar es suficiente y veremos si le satisface al fiscal”, sostuvo Stornelli. Scioli, por su parte, y sin mencionar la ausencia de Pérez, pareció tomar nota al afirmar que el problema “excede lo de seguridad deportiva dentro de la cancha”. “Son barras bravas que se dirimen a sangre y fuego en los barrios de la ciudad en busca de posicionamiento de poder u otras cuestiones”, sostuvo el mandatario.