Boca llegará al superclásico en un momento más que delicado. Con su peor campaña realizada en medio campeonato en la historia de los torneos cortos, con la valla más vencida del certamen y con el entrenador Abel Alves con muy poco crédito entre los hinchas y casi nada de parte de los integrantes del plantel, la actualidad de Boca resulta preocupante. Pero a pesar de ese panorama, el presidente del club, Jorge Amor Ameal, intentó minimizar problemas con sus palabras, más allá de que reconoció que el equipo jugó ante Tigre su peor partido. Igual, hoy habrá una reunión clave entre los máximos dirigentes del club para evaluar los movimientos a tomar en los próximos días.

La frase de Alves sobre la “falta de actitud” de algunos jugadores ya se convirtió en un tema recurrente en la interna boquense después de cada partido. El domingo a la noche, tras la caída en Victoria, el técnico volvió a exponer su bronca en público al referirse a la entrega de los jugadores. “Sin actitud no se puede jugar en este equipo”, aseguró el técnico, un discurso que viene repitiendo desde hace varias jornadas. Eso, más la decisión de marginar a algunos históricos como Roberto Abbondanzieri o Hugo Ibarra y la de modificar de a tres o cuatro jugadores por partido, generó que el plantel ya no le tenga tanta confianza. Para complicar más el panorama, Alves continúa con un perfil alto, aferrado a su cargo con frases del estilo “de acá me van a tener que sacar muerto”. Lo concreto: esos datos reales derivaron en los rumores que pululan por la Boca, que indican que los futbolistas ya no lo querrían en el cargo.

Ante ese cóctel explosivo, Ameal buscó ponerle calma, con su ya clásico estilo de intentar minimizar los problemas. Por eso, descartó que exista un complot de los jugadores para desestabilizar al técnico. “Por favor, nadie entra en la cancha a no ganar”, aseguró el dirigente. “Si tuviera certeza de que existe un complot, el tema se solucionaría inmediatamente”, remarcó Ameal, que respaldó al técnico, aunque no coincidió en que a los jugadores les faltara actitud. “Todos los profesionales de Boca tienen un alto honor y sienten la camiseta como tal”, señaló el presidente. “Cuando terminó el partido, vi a todos los jugadores sentidos y preocupados. Todos, sin excepción, sintieron vergüenza de ellos mismos. Por eso pienso que se puede salir”, destacó Ameal en radio La Red.

Ante una posible salida de Alves, el titular boquense la descartó por las ganas del técnico de continuar en su cargo y su convicción de poder revertir la situación. “Alves va a seguir trabajando, porque se tiene confianza y eso da tranquilidad”, sostuvo Ameal. Sin embargo, la continuidad del entrenador no parece tan garantizada como lo afirma el técnico. Por lo pronto, esta noche habrá una reunión en la que puede haber novedades.

Más allá de los méritos que pudiera tener Alves, su mayor sostén pasa por la imposibilidad de asumir, en este momento, de su eventual reemplazante. Para los máximos dirigentes del club, el candidato ideal es Guillermo Barros Schelotto, que tiene contrato en vigencia con el Columbus Crew de la MLS y que recién podría asumir después de junio. Por eso, mientras no se decidan por un plan alternativo, Alves continuará en su cargo.