Argentinos ganaba con justicia y parecía tener todo bajo control. Sin embargo, un error infantil de su arquero Nicolás Peric permitió que Tigre recuperara confianza y finalmente llegara a un empate 1-1 que lo dejó mucho más conten-to que al equipo de Claudio Borghi.

Con la presencia de Ortigoza y Mercier, Argentinos impuso sus condiciones en los primeros minutos y justificó la ventaja que logró a través de Pavlovich, que en primera instancia no pudo vencer a Islas en el mano a mano, pero el rebote lo favoreció y, desde el piso, anotó el gol. Por más que no había grandes diferencias, los locales se mostraban más compactos y con mayor juego que su rival. Hasta un pelotazo largo que debía morir en las manos de Peric terminó con la expulsión del arquero, que de manera inocente quiso cabecear la pelota fuera del área, pero cuando lo sobraba, por instinto metió la mano. A partir de allí, Tigre se adelantó y fue en busca del empate, lo que logró con un cabezazo de Luna, que apareció sin marcas por el segundo palo para seguir con su racha goleadora.