Por más que lo sigue elogiando, Borghi asume que Riquelme tal vez no continúe en Boca.
Imagen: DyN.

Parecen haber quedado muy lejanas aquellas épocas en las que el técnico de Boca, Claudio Borghi, no ahorraba elogios para Juan Román Riquelme. “Pregunto más por él que por mi mujer”, había dicho en alguna oportunidad. Luego de que el enganche lo criticara públicamente el jueves, el entrenador dejó de hacerse el desentendido y pateó el tablero. “Me imagino un Boca sin (Juan Román) Riquelme. El tiene ofertas de varios clubes y es un jugador libre”, disparó ayer en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde desembarcó el plantel que llegó de la gira por Oceanía.

“Es injusto que se haya enojado por lo que yo dije del 80 por ciento, ya que la información llegaba tarde y esas cosas me las contaban los periodistas. Pero eso es un problema de él”, aseguró Borghi, al mismo tiempo que criticó a Riquelme por no haber valorado el apoyo que le dieron sus compañeros: “Me molesta que no haya tenido en cuenta el cariño que se tuvo por él, incluso no estando con el plantel”.

Luego de remarcar en varias oportunidades que ya llamó públicamente al enganche “cien veces”, en esta ocasión lo invitó a irse de Boca frente a las cámaras de C5N: “Riquelme es jugador libre y puede jugar en cualquier club, él dice que tiene ofertas de varios equipos”. Boca le había ofrecido a Riquelme, el pasado lunes, un contrato de 5 millones de dólares por cuatro temporadas. El volante declaró el jueves que esa oferta era “para reírse” y le pegó duramente a Borghi, por sus dichos respecto de la renovación. El viernes, el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, trató de apaciguar las aguas, en una conferencia de prensa en que comentó que “todos quieren que Riquelme se quede”, algo que no parece ser tan real. “Hoy el titular es (Marcelo) Cañete y también tenemos a (Damián) Escudero”, aseguró el técnico, visiblemente enojado por las idas y vueltas de la negociación. De esa afirmación decanta la idea de que ya no considera que Riquelme sea imprescindible. Cuando Boca compró al defensor Matías Caruzzo, el entrenador dijo que el ex Argentinos es “mejor persona que jugador”, en relación a que aguardaba por la renovación del enganche. No obstante, el virtuosismo de Cañete sedujo a Borghi desde un primer momento y lo puso de titular en los tres partidos de la pretemporada. El juvenil estuvo a la altura, mostró buenas condiciones y eso alentó al técnico a darle la camiseta número 10 de Riquelme, la misma que se guardaba con candado en el vestuario, para jugar frente a Wellington, justo un día después de que el ídolo boquense criticara a Borghi públicamente. ¿Casualidad o un mensaje a la distancia?

“La plata es del club. Me gustaría tener a Riquelme pero yo manejo sólo los intereses deportivos y el tema contractual lo llevan los dirigentes”, precisó el técnico, con el objetivo de desentenderse del tema y atajarse por adelantado ante una eventual réplica del enganche, a quien seguramente le molestarán los dichos de su nuevo entrenador. Cuando parecía que la oportuna intervención de Ameal le iba a dar un cierre al conflicto, apareció Borghi con el objetivo de hacerse valer. La novela parece no tener fin.