Domingo, 25 de julio de 2010 | Hoy
EL PAíS › RICARDO ALFONSIN HABLO DE SUS INTENCIONES PARA 2011
El radical explicó que si la mayoría del Acuerdo Cívico y Social considera que es el mejor posicionado, aceptará postularse. También se refirió a la polémica que generó su foto con la Presidenta. Evitó confrontar con Cobos y Carrió.
Por Sebastian Abrevaya
“Yo me llevo bien con todos, soy así. ¿Qué querés?”, respondía el diputado Ricardo Alfonsín apoltronado en el sillón de cuero blanco de la oficina del padre, en Barrio Norte, pocas horas después de participar de un acto con la presidenta Cristina Fernández en Chascomús, cuando el murmullo de las críticas de sus aliados recién comenzaba a elevarse. “No necesito ser descortés ni agresivo para marcar mis diferencias con el Gobierno”, retrucó ayer después de que su socia política, Elisa Carrió, sugiriera que detrás de las obras anunciadas podía haber un pacto con Julio De Vido. Entonces ¿queda descartada la fórmula Kirchner-Alfonsín?, le preguntó Página/12. “Que sea Alfonsín-Kirchner”, retrucó el diputado bonaerense después de mutar de su cara de indignación a la de picardía. En una extensa entrevista con este diario, uno de los principales precandidatos a presidente se mantuvo incólume en su estrategia de no romper relaciones con Elisa Carrió ni confrontar con Julio Cobos, rescató la actitud de Eduardo Duhalde, se abstuvo de condenar a Mauricio Macri y evitó criticar a la Iglesia Católica y al grupo Clarín.
–¿Cómo tomó las críticas de Carrió?
–Como la opinión de una dirigente con la que tengo buena relación, que quiero y respeto. Esto no pone en riesgo la posibilidad de seguir trabajando juntos en el marco del Acuerdo Cívico y Social. No necesito ser descortés ni agresivo para marcar mis diferencias con el Gobierno. Lo que hice no es una contradicción. Es realmente increíble que tenga que estar dando explicaciones. Esto sólo revela la falta de conciencia de algunos que no creen que el diálogo es algo fundamental. El kirchnerismo tiene esa lógica de amigo-enemigo.
–Carrió sugirió un pacto de impunidad con De Vido a cambio de obras.
–Esas palabras fueron sacadas de contexto. Ella me conoce bien, debió ser una reflexión de orden general. Alcanza con mis convicciones y mis propios valores para saber que hice lo hace cualquier persona por su pueblo, que es pedir obras y que eso no significa absolutamente nada. Pero, bueno, en política nadie es dueño de la verdad.
–¿Carrió tampoco?
–Nadie.
–También le dijo que se trataba de una estudiantina.
–Ella apela mucho al humor; sirve para descontracturar la política.
–Los cobistas le dijeron que era funcional al kirchnerismo...
–No vale la pena responderles. No fueron los cobistas, fue uno solo, pero no importa. Ni ellos se creen eso que dicen.
–¿Cómo se hace para compartir un mismo espacio político teniendo tantas diferencias con Lilita?
–No tenemos diferencias políticas.
–Pero ella a Cobos lo considera un traidor; a Kirchner, jefe de una asociación ilícita; a Duhalde, un narcotraficante...
–Son diferencias que tiene con ellos, no conmigo.
–¿Se puede ser parte de una alianza política con esas discrepancias?
–No me voy a poner a discutir de eso con ella. Voy a discutir cómo se genera inversión, cómo se frena la inflación, cómo mejoramos la salud y la educación, cómo terminamos con la falta de transparencia y garantizamos la independencia de poderes. No tengo diferencias con Lilita. Tampoco con Hermes Binner ni con Margarita Stolbizer. Me cuido de no generar problemas de tipo personal con nadie. Es un ejercicio, una estrategia. Voy a trabajar para que seamos una alternativa de gobierno en 2011. El resto ya no depende de mí solamente.
–¿El acto con Lilita en la provincia de Buenos Aires no tenía nada que ver con una fórmula Alfonsín-Carrió en 2011?
–Noooo, nada que ver.
–Tampoco Carrió-Alfonsín...
–Yo no hablo de fórmulas y menos del vice.
–En el acto del miércoles la Presidenta reivindicó la política oficial hacia los jubilados y sostuvo que el 82 por ciento móvil no se puede pagar.
–Reconocemos eso pero seguimos afirmando que se puede elevar la mínima. Que no confundan a la opinión pública, no hablamos de todas las categorías, estamos hablando de los que cobran 895 pesos y que ésos lleguen a 1230, en relación al salario mínimo. El reclamo, con el aumento previsto ahora, sería nada más que 200 pesos.
–El titular de la Anses, Diego Bossio, y el ministro de Economía, Amado Boudou, aseguraron en que no se puede porque no hay fondos y es insostenible el sistema...
–Hay recursos, la renta del fondo de garantía de la Anses da alrededor de 20 mil millones de pesos, más 8 mil millones que tiene colocados sin interés todos los años en cuenta corriente, con eso alcanza y sobra. Sin contar excedentes del superávit y lo que se podría discutir en cuanto a reasignación de partidas que hoy son destinadas a subsidiar consumos que no son necesarios, sobre todo para la clase media alta y alta.
–La oposición habla de aumentar las jubilaciones, pero por otro lado apunta a bajar las retenciones, coparticipar el impuesto al cheque. ¿No es un intento por desfinanciar al Estado?
–Con las retenciones estamos debatiendo qué vamos a hacer. El trigo y el maíz no tienen gran impacto fiscal, habría que ver la de la soja si hay una segmentación para pequeños y medianos productores. Hay diferencias entre las propias entidades para ver cuál sería la mejor propuesta. Vamos a llegar a un consenso que contemple la necesidad de financiamiento del gobierno nacional. Pero aparte lo de la soja no va a la Anses...
–¿Cómo está la relación entre los opositores en el Congreso?
–En las cuestiones institucionales se van a lograr consensos rápidamente. En otras cuestiones se requiere más debate.
–En el PRO están muy enojados con los dirigentes del Grupo A que no respaldaron la idea de que el procesamiento contra Mauricio Macri se trata de una operación política, ¿eso no va a afectar el acuerdo opositor?
–Espero que no. No podemos acompañar una hipótesis que no está demostrada.
–¿Qué le pareció el procesamiento de Macri y sus decisiones de pedir el juicio oral y el juicio político?
–Todos necesitamos saber la verdad. Deberíamos además saber todo lo que ocurre con las escuchas porque todos se quejan de haber sido víctima de alguna escucha. En el caso de la Capital, tenemos que procurar que la Justicia pueda realmente determinar quiénes fueron los responsables. Con relación al fallo de primera instancia podrían existir dudas, pero es más difícil dudar cuando hay tres jueces de Cámara que lo ratifican.
–¿Avala el juicio político?
–No me parece mal que la Legislatura haga lo que tenga que hacer, pero sin incurrir en actitudes que apunten a obtener ventajas electorales. Es obvio que ellos han elegido el camino del juicio político para evitar que se esté debatiendo muchos meses esta cuestión, pero debería hacerse primero una comisión investigadora.
–¿Macri debería pedir licencia?
–Si alguien en esta situación es culpable, no creo que pida licencia. Si Macri es culpable, si hizo esto, no va a pedir licencia. Y si no es culpable es un problema de conciencia en el que deberá evaluar si quedándose le hace un daño a las instituciones. Me llama la atención que uno pueda relativizar el tema de las escuchas. Que alguien diga que esto no importa un carajo me parece gravísimo. (N. de R.: lo dijo el asesor de imagen de Macri, Jaime Durán Barba.)
–Si fuera su caso, ¿qué haría?
–Si fuera inocente y me estuvieran inculpando tendría que evaluar si les estoy haciendo un daño a las instituciones yéndome o quedándome. Jamás me aferraría al cargo si creyera que les hago mal a las instituciones.
–¿Va a ser candidato a presidente?
–(Silencio.) Sí (risas). A ver, hablando en serio... sé lo que está pasando ahora con mi candidatura, pero no he venido trabajando para eso. Se ha dado esto sin que me lo haya propuesto. Yo voy a trabajar para consolidar el proceso de recuperación del partido. Los hechos se han dado así. Si un grupo mayoritario considera que yo tengo que ser candidato a presidente del Acuerdo Cívico aceptaría la responsabilidad, sí, con mucho gusto.
–Cobos dijo en un acto hace poco que él va a ser el próximo candidato...
–Puede ser, si hay consenso y así lo deciden las mayorías. No del radicalismo, sino del Acuerdo Cívico. Me parece bien que trabaje para eso.
–¿Sigue insistiendo en que se debería elegir por consenso el candidato?
–No es fácil, pero si fuera posible..., y si no tendremos que convocar a una elección interna del ACyS. Que decidan los afiliados de cada fuerza y los independientes.
–¿Y una interna cerrada del radicalismo?
–No tendría efecto vinculante.
–Pero tendría un efecto simbólico importante.
–No creo que sea posible eso.
–¿Qué le parece que Ernesto Sanz también trabaje para ser candidato a presidente?
–Me parece bien. Cuantos mejores hombres tenga el partido relacionados con la sociedad, se fortalecen las chances del partido y del Acuerdo Cívico.
–¿No importa que sea el presidente del partido?
–No se puede bloquear las chances de nadie por el hecho de que sea presidente del partido.
–¿Cuál es su relación con Cobos?
–Es buena. Yo nunca tengo mala relación por razones políticas. Uno se fastidia, pero no se enoja en esos casos.
–¿O sea que se fastidió con Cobos?
–Me fastidié cuando se fueron, no solamente Cobos sino también otros que se fueron del partido.
–¿Escuchó lo que dijo Binner sobre Cobos, que hace años que no lo veía?
–Eso será un dato objetivo, yo no le doy ningún significado político a eso.
–¿Qué diferencias hay entre Cobos y usted?
–Esas diferencias pueden aparecer cuando empecemos a afinar la cuestión de los programas. De todas maneras, un candidato debe cumplir dos condiciones: una política, en términos doctrinarios y de programas; otra electoral, de dar mayores garantías electorales. Si se separan estas dos condiciones es un problema. Si lo busca sólo por lo electoral puede hacer un desastre en la gestión porque traiciona la identidad del partido. Si tiene un muy buen programa pero no tiene llegada con la gente, no se gana nunca una elección y no se transforma el país. El candidato debe ser quien dando las mismas garantías programáticas dé mayores garantías electorales.
–¿Y con su trayectoria Cobos puede dar garantías políticas para la UCR?
–Sí. Es un hombre que pertenece al radicalismo. Igual siempre hay matices en un partido que pueden diferenciar a los distintos candidatos. Nosotros con Morales, Rozas, Sanz y el resto de mis amigos pensamos en influir en la discusión de los programas.
–¿Cómo se lleva con Francisco de Narváez?
–Con el PRO tengo más diferencias que coincidencias y con el partido de De Narváez también. Pero en lo personal no tengo nada con ninguno.
–¿Con Duhalde tiene una buena relación?
–Siempre digo que Duhalde fue mejor presidente que gobernador y mejor ex presidente que presidente. Creo que sinceramente está tratando de trabajar para modificar la forma en que se relacionan los partidos políticos en Argentina, puntualmente el radicalismo y el peronismo. No estoy de acuerdo con algunas cosas como lo de que tendrían que terminar los juicios por derechos humanos, por ejemplo.
–¿Entonces no coincide con Carrió, que lo calificó de narcotraficante?
–No. Yo no creo eso.
–Muchos le critican su falta de gestión o de experiencia...
–Eso pasa porque confunden a un presidente con un administrador. La principal virtud de un presidente no tiene que ser la administración. Dios nos libre y nos guarde de los administradores. Tiene que saber definir prioridades, saber medir la relación de fuerzas, elegir los equipos, liderar. La experiencia demuestra que esas asociaciones entre gestión, administración y buen gobierno no existen. ¿Qué experiencia de gestión tenían Felipe González, Lula, Churchill, De Gaulle?
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