Uruguay quedó ayer al borde de la eliminación en el Grupo C de la Copa América Centenario al perder 1-0 ante Venezuela. Rondón, a los 35 minutos de la primera etapa, anotó el único gol de la Vinotinto, tras tomar un rebote en el travesaño producto de un gran remate de Guerra. El destino de uruguayos y venezolanos quedaba definido al cierre de esta edición, con el partido que estaban disputando México y Jamaica.

Venezuela, que se plantó con coraje y orden y apostó siempre a una contra, dio el golpe porque se le animó a un equipo uruguayo que lució apático y muy lejos de las características distintivas de su ADN. Ayer le faltaron personalidad, juego aéreo y alma para resurgir de situaciones adversas.

A pesar de estar obligado a ganar a partir de la derrota en el debut ante México, Uruguay exhibió paciencia para intentar doblegar a una defensa que cuando la probaron por arriba respondió con Vizcarrondo y cuando buscaron superarla por abajo siempre respondió de manera positiva.

Los conducidos por Rafael Dudamel estuvieron tranquilos, con mucha intensidad en el mediocampo y cortando de forma sistemática el juego con faltas que fueron toleradas por Patricio Loustau.

De hecho, la primera chance importante de gol para Uruguay apareció tras un tiro libre cruzado que Cavani no conectó y lapelota salió pegada al palo. Sin embargo, en una gran contra, Alejandro Guerra probó con una “vaselina” que dio en el travesaño y Rondón la empujó al fondo del arco en completa soledad.

Cuando todos esperaban que fuera una tromba en el complemento, teniendo en cuenta que la derrota lo ponía al borde la eliminación, Uruguay sorprendió por su inacción en los quince minutos iniciales, exhibiendo limitaciones, además de encontrarse con una Venezuela que ocupó bien los espacios y se movió en pequeños bloques organizados. A partir de esta disposición, el conjunto de Dudamel tuvo varias oportunidades para sacar mayor diferencia, algo que impidió con muy buenas intervenciones el arquero Muslera. Tantas chances desaprovechadas por Venezuela casi le cuestan muy caro, porque a los 89 minutos Cavani tuvo en sus pies el empate, fallando un mano a mano que hubiera mantenido con vida a los muchachos del Maestro Tábarez.