Con algunas concesiones, la alianza oficialista Cambiemos logró arrastrar al massista Frente Renovador (FR) y al Bloque Justicialista (BJ) de Diego Bossio detrás del megaproyecto del Gobierno que unifica el pago de juicios a jubilados y el blanqueo de capitales. Incómodos de coincidir con el Frente para la Victoria en las críticas a la iniciativa oficial, el massismo y el justicialismo que rompió con el kirchnerismo decidieron avanzar en conjunto las negociaciones con el oficialismo en un dictamen que llegará al recinto de la Cámara de Diputados la semana próxima. El borrador del proyecto incluyó algunos puntos que los opositores amigables levantan como triunfos propios.

Por ejemplo, que los jubilados que ya tienen sentencia firme puedan acogerse “voluntariamente” y no de manera forzada a la forma de pago propuesta del Gobierno, que es con quita y en cuotas del monto de las sentencias, más la promesa de la Anses de “acelerar el pago de los juicios”. También, exceptuar el aguinaldo del pago del Impuesto a las Ganancias para aquellos trabajadores que no estén alcanzados por el impuesto a los Bienes Personales, además de ponerle límites a la privatización de las acciones que forman parte de Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, aunque el oficialismo se negó a excluir del blanqueo de capitales a familiares de los funcionarios de tres poderes del Estado que no podrán acogerse al beneficio. Desde el FpV, que irá al debate con dictamen propio, sostienen que el proyecto del Gobierno que acompañan algunas bancadas opositoras “le abre el camino a la destrucción del sistema provisional”.

Hasta el miércoles por la noche las negociaciones eran cruzadas. Existían reuniones entre todos los bloques opositores y, por otro lado, las del oficialismo con cada uno de ellos por separado. Entre massistas y justicialistas primó el posicionamiento político y privilegiaron no aparecer pegados al kirchnerismo y negociar directamente modificaciones al proyecto con el oficialismo. La carta abierta de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicada en su cuenta de Facebook en contra del proyecto del Gobierno (ver página 5) terminó por empujar a los opositores amigables a favor de la negociación con Cambiemos.

Lo que en principio eran puntos que el FR y BJ negociaban por separado pasó a ser un petitorio conjunto que el oficialismo fue aceptando a cuentagotas, “sin ceder más de la cuenta” –afirman desde el oficialismo– y de acuerdo al grado de compromiso de los opositores para acompañar el proyecto oficial.

Una última concesión selló el respaldo del massismo: incorporar al proyecto como un “premio” a los contribuyentes cumplidores –en contrapartida con la amnistía a los evasores favorecidos por el blanqueo- consistente en que los trabajadores alcanzados por la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias no tributen sobre el medio aguinaldo de julio. La medida sólo beneficiará a los trabajadores no alcanzados por el impuesto a los Bienes Personales, cuya eliminación del sistema tributario también quedó fuera del proyecto oficial.

Con las modificaciones, el FR y el BJ terminaron firmando el dictamen de Cambiemos, que con el apoyo opositor se convirtió en el de mayoría y que se discutirá el miércoles próximo en la Cámara baja en una sesión especial.

El resto de los bloques opositores tendrán dictámenes propios en el debate: el del Frente para la Victoria, el de su aliado Carlos Heller del Partido Solidario, el del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) y Progresistas, bancada que irá con diferentes dictámenes al recinto, por un lado, el socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer y, por el otro, Libres del Sur.

El FpV fue el más duro con el proyecto oficial y así lo expresa el dictamen que defendió el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, en el plenario de comisiones de Seguridad y Previsión Social y de Presupuesto. Allí se plantea que el pago a los jubilados con sentencia firme se realice sin quitas y en efectivo para lo que ya hay destinado el dinero en el presupuesto aprobado durante la gestión kirchnerista para este año. Así como su pronunciamiento en contra de la propuesta macrista de crear la “pensión universal”, que crea “jubilados de segunda” y que no será hereditaria para los cónyugues como el resto de las jubilaciones, además de prorrogar por dos años la moratoria previsional que el oficialismo está dispuesto a conceder.

Allí también se rechaza la “privatización” de las acciones que pertenecen al FGS y la eliminación directa o paulatina de los impuestos más progresivos que tiene el sistema tributario, como bienes personales, impuestos a las ganancias por dividendos y el impuesto a la ganancia mínima presunta que proyecto oficial quería eliminar. Y propone crear una comisión bicameral que redacte un nuevo Código de la Seguridad Social con la premisa de un “sistema público, solidario y de reparto”. Además de un sistema automático de la compensación que el Estado Nacional aporta a las 13 provincias que no traspasaron sus sistemas provisionales.

El FpV también reclama que del blanqueo de capitales queden excluidos los funcionarios de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y en sus tres niveles (nacional, provincial y municipal), además de los familiares de los mismos hasta el máximo de consanguinidad, que incluya a “los primos”. Una alusión directa para el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, quien quedó a cargo del grupo empresarial de la familia. “Queremos que quede claro en la ley que este blanqueo no puede borrar ni impedir el avance de las investigaciones que surgieron a raíz de los ‘Panamá Papers’ o de las cuentas en Suiza del HSBC”, dice en sus argumentos.

El FIT prepara un dictamen de rechazo a la ley “ómnibus” del oficialismo, que es “el gran acuerdo nacional de la Argentina offshore” y que “va en contra de los propios jubilados”, según lo definió el diputado Néstor Pitrola en el plenario de comisiones.

El tándem PS-GEN también tendrá su propio dictamen, donde habrá propuestas de modificaciones al proyecto oficial, como el sostenimiento del FGS y un “rechazo absoluto” al blanqueo de capitales. Sus socios del LdS, tendrán el propio que ayer por la noche aun estaba en elaboración.

De todas maneras, tras los acuerdos con el massismo y el justicialismo de Bossio, el oficialismo ya sumó cerca de 150 votos que le garantizarán la media sanción a favor del proyecto del Gobierno cuando se trate la iniciativa oficial. Las modificaciones, no del todo sustanciales para el objetivo que se había trazado el oficialismo, le habilitarán la media sanción de la Cámara baja el miércoles próximo.