EL PAíS › EL INTENDENTE RAMIRO TAGLIAFERRO DESISTIO DE HACER EL ACTO POR EL DIA DE LA BANDERA EN UNA BASE MILITAR

Una promesa que se hará en la plaza

Los alumnos de Morón iban a prometer la Bandera en un sitio que fue centro clandestino de detención pero nunca señalizado. Hubo quejas de padres y docentes y se modificó la medida.

 Por Alejandra Dandan

Luego de las manifestaciones de repudio, el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, anunció que el acto de Promesa a la Bandera del distrito no se hará en la Base Militar de Morón, que funcionó como centro clandestino de detención durante la dictadura. Volverá a hacerse como se hizo durante los últimos años, en la plaza San Martín del centro cívico del distrito. Este diario difundió días pasados las críticas que la elección de ese predio había provocado entre los educadores nucleados en Suteba, los organismos de derechos humanos de la zona y las organizaciones políticas nucleadas en el Frente para la Victoria. En distintos comunicados y proyectos de declaración advirtieron que aquella decisión iba a poner a los niños y niñas en contacto con un espacio en el que el horror sigue permaneciendo en crudo, dado que no se recuperó como sitio de memoria. Lo mismo sucedió con padres y maestros que se negaban a participar. Entre ellos, un grupo de padres de la escuela a la que van los hijos del jefe de la comuna y de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Durante una entrevista con radio Continental, Tagliaferro anunció la modificaron del escenario del acto previsto para el 22 de junio al ver que “algunas personas y organizaciones hicieron planteos diciendo que no les parecía”, explicó. “Entendimos que lo hacían de buena fe y constructivamente y no como otros que utilizaron esto como parte de una especulación política”, dijo. También explicó parte de las razones por las que su gestión decidió trasladar esta celebración a un predio que dentro del territorio es uno de los símbolos de la represión. Como lo anticipó este diario en su edición del martes, señaló que habían evaluado que el lugar era bueno porque tiene un acceso perimetrado y que eso genera razones de “seguridad” para los alumnos y que la realización de un acto de estas características en el centro de la ciudad complica a quienes utilizan el espacio para sus trámites.

Fabiana Rousseaux es especialista en el análisis de las secuelas de la dictadura entre los afectados directos y en el campo social. Ex directora del Centro Ulloa, al enterarse del lugar en el que se haría la Promesa a la Bandera, se preguntó por lo que estaba diciendo la elección de un lugar así en términos de mensaje. Dijo que esto le recordaba a aquel imaginario de los sectores medios y altos de la sociedad antes y durante la dictadura, que también asociaban “seguridad” al espacio militar. Un dato que acentuaba todavía más esta lectura, fue que ese mismo argumento, de “seguridad”, fue el que invocó la gobernadora al anunciar que se mudará con sus hijos a vivir a ese mismo lugar.

La celebración del día de la Bandera en el predio fue rechazado de modo masivo por numerosas organizaciones de la zona. La Asociación Seré por la Memoria y la Vida sacó un comunicado el fin de semana pasado. HIJOS organizó mini campañas de escraches virtuales recordando el lugar como centro clandestino. Hubo también proyectos de declaración de los concejales del Frente para la Victoria pidiendo el rechazo. La misma posición adoptó el gremio docente luego de denunciar que la decisión se había tomado de sin consultar a los maestros, que venían haciendo la celebración en el espacio público y en clave de festejo a la construcción de la democracia.

Cristina Trinkcler es secretaria general del gremio docente Suteba de Morón. “Estamos muy contentos y saludamos la decisión del traslado del acto”, dijo a Página/12. “Pensamos que es acertado porque no se podía seguir dilatando. El problema es que dicen que algunos de estos reclamos tuvieron connotaciones políticas, pero en realidad nosotros queremos decir que nos hicimos eco de un reclamo que nos llegó de parte de los propios maestros: muchos de ellos nos empezaron a preguntar qué íbamos a hacer nosotros como gremio dado que había quienes no querían participar”.

Trinkcler recuerda que no sólo hubo maestros sino padres, como un grupo de la escuela Crecer y Ser, un establecimiento privado a la que van los hijos del intendente y la gobernadora. Este diario publicó el miércoles el texto de una carta que ese grupo de padres de cuarto grado de la mañana y de la tarde comenzó a circular. La carta estaba dirigida a directora de la escuela. Ellos pedían que intentara modificar el lugar de la Promesa a la Bandera porque “algunos niños o niñas no podrán asistir por afectar la sensibilidad y la moral de algunas familias, teniendo presente que en el lugar convocante se han cometido delitos de lesa humanidad que afectan a la sociedad toda”. Había quienes decidieron que sus hijos no fueran, como Martn Taramasco, hijo de Enrique

Horacio “Tato” Taramasco, desaparecido en marzo de 1977 y otros que comenzaron a bajarse del acto al enterarse que otros no iban.

“Celebramos esta decisión y ratificamos nuestro compromiso con la memoria, la verdad y la justicia”, explicó en este caso un comunicado del bloque de concejales del FpV. “Hemos repudiado este despropósito que estaba organizando el intendente Tagliaferro, de llevar a los chicos de cuarto grado de todas las escuelas de Morón a prometer lealtad a la Bandera en este sitio. Un hecho que se explica sólo en el marco del permanente vapuleo a la memoria colectiva promovida por la derecha macrista que nos gobierna”.

Tagliaferro confirmó que la celebración volverá al centro de la ciudad. Se mostró no muy a gusto de todas maneras con el replanteo, dijo que parte las críticas eran “una movida política”, que de todos modos “vamos por lo positivo” para que “estén todos”. Y dijo que el gobierno anterior “se cansó de hacer eventos en la Base Aérea”. Ante una consulta de este diario, los referentes de Nuevo Encuentro dijeron que “nunca” usaron la Base para hacer un acto. Aunque sí lo usó la Fuerza Aérea durante la gestión de Agustín Rossi.

Durante el programa, también le preguntaron por la mudanza de la gobernadora a esa espacio y por la señalización del predio. O si el lugar podía compararse con Mansión Seré o la ESMA. “Era (un lugar) más asociado a una cuestión de logística – dijo el intendente que intentó bajar el dramatismo– y a los ‘equipos’ de tareas y de todas estas cuestiones, pero eso lo hacemos mirando para adelante”.

En mayo de este año, este diario contó que Vidal se mudará a un lugar que fue centro clandestino de detención. Según los registros de la Conadep hubo 19 personas secuestradas, torturadas y que permanecieron detenidas ilegalmente en ese lugar a partir de septiembre de 1976. Uno de los atributos más importantes de su lógica represiva es el haber sido jefatura de la Subzona 16 entre 1977 y 1979, es decir cabecera territorial desde la cual se ordenó la represión de ese territorio. Mansión Seré dependió de ese lugar.

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“Era (un lugar) más asociado a una cuestión de logística y a los ‘equipos’ de tareas”, dijo el intendente sobre la Base.
 
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