Lleyton Hewitt, el más que probable protagonista en las vísperas del choque de semifinales de la Copa Davis en septiembre ante la Argentina, mantendrá hasta último momento la incógnita sobre si acudirá a un choque en el que espera ser recibido con gran animosidad.

Las esperanzas australianas de derrotar a los argentinos en Buenos Aires y sobre una superficie de polvo de ladrillo como la del Parque Sur pasan por las manos de Hewitt, que con 31 victorias y ocho derrotas es el jugador más exitoso de la ilustre historia de su país, en la máxima competencia del tenis mundial por equipos.

Pero Hewitt no despejará la incógnita hasta poco antes del choque, que se disputará del 22 al 24 de septiembre. “Todavía queda mucho tenis entre ahora y entonces”, aseguró Hewitt, según refleja la prensa australiana. “La eliminatoria no es hasta finales de septiembre, así que me sentaré y lo estudiaré cuando estemos más cerca”, afirmó.

Hewitt ya estuvo ausente en la primera ronda de este año, cuando sus compañeros vencieron en Suiza, pero regresó al equipo para el triunfo del fin de semana ante Bielorrusia.

Entre los condicionantes no estará, según afirmó, el más que probable hostil recibimiento que le dedicarán los hinchas argentinos. Hewitt tuvo varios roces con tenistas argentinos en el pasado: los más sonados fueron con Juan Ignacio Chela en el Abierto de Australia 2005 y con Guillermo Coria en los cuartos de final de la Copa Davis del año pasado, cuando la Argentina venció 4-1 en Sydney, sobre césped, gracias a un excepcional trabajo de David Nalbandian, que le dedicó públicamente la victoria a Hewitt.

Querido y odiado por partes iguales en todo el mundo, el australiano ya tiene experiencia en situaciones similares. En la final de la Davis 2000 ante España, perdió el punto decisivo ante Juan Carlos Ferrero en Barcelona y se quejó posteriormente del comportamiento del público español: el argentino no lo tratará mejor...

Sus compañeros de equipo saben que la controvertida personalidad de su líder les granjeará un ambiente especialmente hostil. “Sé que Lleyton es un hombre ‘buscado’ en la Argentina, y creo que le tirarán algo más que la pileta de la cocina”, afirmó Wayne Arthurs.

El capitán australiano, John Fitzgerald, se mostró por el momento diplomático. “Tener a todos los jugadores preparados y dispuestos a ir a la Argentina sería fantástico, pero aún queda mucho. Cinco meses es mucho tiempo y pueden pasar muchas cosas. Lo pensaremos una vez que Wimbledon termine y empiece la temporada estadounidense en cancha dura.”