Alberto Lebbos, el padre de Paulina Lebbos, la joven asesinada en Tucumán, le pidió ayer al gobierno nacional que pusiera “los recursos humanos, tecnológicos y económicos necesarios para esclarecer el caso”, a la vez que reclamó la renuncia de los máximos responsables del Ministerio de Seguridad Ciudadana y de la Policía provincial. Lebbos, luego de una reunión con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, le dijo a Página/12 que en Tucumán “subsiste la ideología que reinó durante la dictadura, en torno del general (Antonio Domingo) Bussi y, en el caso de mi hija, es obvio que existe un brutal encubrimiento policial”. Lebbos, ex subsecretario de Juventud del actual gobierno tucumano, dijo que “la sospecha del encubrimiento surge de las amenazas que sufrieron los chicos que hallaron el cuerpo de Paulina; ahora queremos que los policías sean interrogados por la Fiscalía, para saber qué es lo que quieren ocultar”.

Paulina Lebbos había desaparecido el 26 de febrero pasado y su cuerpo fue hallado el 11 de marzo, en un descampado de Raco, a 25 kilómetros de la capital provincial. “El jefe de Policía (Hugo Sánchez) nos mintió de entrada, porque dijo que mi hija apareció durante un ‘intenso rastrillaje’ que nunca existió, porque los que encontraron el cuerpo fueron dos muchachos analfabetos, a los que la policía amenazó para que cambiaran su declaración.” Los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, que habían declarado en la sede policial de Raco, denunciaron las amenazas cuando estuvieron por primera vez ante el fiscal de la causa, Alejandro Noguera.

“Los policías fueron a la casa de los dos chicos y los amenazaron de muerte a ellos y a sus padres para que falsearan sus testimonios. Ellos fueron muy valientes, dicen que no podían conciliar el sueño porque habían mentido.” El ex funcionario cuestionó al ex ministro de Seguridad Ciudadana, el teniente coronel retirado Pablo Baillo, de quien dijo que fue “un ex funcionario de los tiempos de Bussi”. Cuando apareció el cuerpo, Baillo declaró ante los periodistas tucumanos: “Cumplimos con nuestro trabajo y encontramos a esta joven. En otros gobiernos, nunca se hubiera sabido qué pasó con ella”.

Lebbos concurrió ayer al Ministerio del Interior y solicitó la intervención del presidente Néstor Kirchner. “El caso no está esclarecido, sólo apareció el cuerpo. Hay pruebas que indican que hay encubrimiento policial y una total ineficacia por parte de la policía y del Ministerio de Seguridad.” El padre de la joven asesinada fustigó también al actual ministro del área, Eduardo di Lella, quien era secretario de Seguridad cuando ocurrió el hecho. “El actual ministro es un incompetente que viola con su presencia el artículo 16 de la Constitución, que dice que los funcionarios deben ser idóneos para ocupar cargos públicos.”

Según Lebbos, el gobernador de la provincia, José Alperovich, le comentó, en una reunión en la que estuvo presente su abogado, Emilio Mrad, que “ni siquiera él le tiene ninguna confianza al actual jefe de Policía. Y si no le tiene confianza, ¿por qué razón lo mantiene en el cargo?”. En su viaje a Buenos Aires, Lebbos hizo gestiones también ante el Ministerio de Justicia y ante la Secretaría de Derechos Humanos. En una nota dirigida el presidente Kirchner pidió que “le exija” a Alperovich “la inmediata destitución del ministro de Seguridad Ciudadana y del jefe de Policía”.

El padre de la víctima sostuvo que en la provincia “todo el mundo mira para otra parte. A Paulinita no la recuperamos más, pero no podemos seguir viviendo en este actual estado de indefensión”. Aunque la causa sigue bajo secreto de sumario, Lebbos sostuvo que “el expediente tiene 18 cuerpos, pero no sirve para nada; ni siquiera ubicamos ni al conductor del remise ni al vehículo al que subió mi hija su última noche de vida. Eso está marcando que no se hizo nada para esclarecer el hecho”.