Vélez tenía que ganar para mantener sus esperanzas de clasificarse para la Copa Sudamericana. Sin embargo, con una actitud indolente, el equipo de Ricardo La Volpe apenas igualó 0-0 ante Gimnasia, un resultado que lo deja con muy pocas chances de conseguir su objetivo. Para Gimnasia, que terminó con diez hombres por la expulsión de Matías Escobar, al menos quedó el consuelo de sumar su segundo empate consecutivo, tras cuatro derrotas seguidas, en el arranque del ciclo de Francisco Maturana.

El presente de los dos equipos fue el fiel reflejo de lo que se vio en el partido. Porque Vélez, que deambula en la mitad de la tabla y que ya quedó eliminado de la Libertadores, salió a buscar la victoria, aunque sin demasiada convicción ni fútbol. Y del otro lado, perseguido por los malos resultados y recluido en el fondo de las posiciones, Gimnasia buscó afianzarse en la defensa para no pasar sobresaltos. Claro que eso lo llevó a olvidarse de la ofensiva. Ante esas realidades, el encuentro no dejó de ser mediocre, con la infructuosa búsqueda de Vélez como única alternativa.

Sin ideas como para vulnerar el planteo defensivo de Gimnasia, Vélez sólo pudo apostar a algún remate desde lejos como para inquietar a Kletnicki. Por esa vía tuvo su chance más clara, cuando el arquero desvió al corner un buen remate de Escudero. Gimnasia recién pudo molestar a Peratta sobre el final del primer tiempo, cuando Leguizamón ejecutó con precisión un tiro libre, que el guardavalla rechazó con mucho esfuerzo.

Parecía que Vélez comenzaba la segunda parte con otra actitud, sobre todo cuando a los quince segundos tuvo un chance clarísima a través de Zárate, pero Piarrou despejó cuando Kletnicki ya estaba vencido. Pero fue un espejismo. El equipo de La Volpe jugó peor que en la primera parte y estuvo a punto de perder, pero Piergüidi desperdició una chance increíble, cuando desvió una media vuelta desde el borde del área chica.