Los grandes padrinos políticos eligieron el sábado para “bajar” a la arena porteña y acompañar a sus candidatos en el último tramo de la campaña. Así como Néstor Kirchner se mostró por primera vez en un acto con la fórmula Filmus-Heller, Elisa Carrió se sacó, finalmente, la foto con el jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman y con Enrique Olivera. “Para que no queden dudas, tengo participación en la campaña de la ciudad, voy a estar en todos los actos y reuniones que sean necesarios para bancar la fórmula Telerman-Olivera.” El momento elegido fue el cierre de una jornada educativa en el Colegio Mariano Acosta, un “símbolo de la escuela pública argentina en la que los dos nos educamos”, según expresó la líder de la Coalición Cívica. Carrió enfatizó que para su nueva creación política “la diversidad es un valor porque desde la diferencia se puede construir una república en serio, una democracia pluralista, y que finalmente somos más parecidos de lo que la propia diversidad muestra”, mientras miraba y sonreía a Telerman, a quien había definido como un “judío peronista”. “Me hace mejor persona estar con gente que no piensa como yo”, fue la frase con que el jefe de Gobierno le devolvió los cumplidos.

El encuentro Telerman-Carrió comenzó por la tarde cuando él la pasó a buscar por su casa, en Santa Fe y Paraná, y juntos se dirigieron al colegio de Urquiza al 200, fundado en 1874, del que egresaron Julio Cortázar y Manuel Sadovsky a principios de la década del ’30. Pero la actividad allí había comenzado más temprano con diferentes talleres que abordaron temas educativos. Puntuales a las 18.30, los representantes de cada uno leyeron sus conclusiones, mientras Carrió, Telerman y Olivera los escuchaban sentados en medio del patio, junto al mástil, y con carteles que pedían por la aparición de Julio López en las paredes de fondo.

Con el nivel intelectual que la caracteriza, Diana Maffía, primera candidata a legisladora de la Coalición, puso en evidencia que también posee dotes de oradora. “En mi familia somos todos producto de la educación pública”, arrancó la ex defensora del Pueblo de la Ciudad y doctora en Filosofía. Y en una alusión al asesinato del docente Carlos Fuentealba enfatizó: “No estamos condenados a la obediencia, a que si queremos la libertad nos peguen un tiro en la cabeza”.

Cuando le tocó hablar, Carrió se excusó de ponerse de pie porque dijo estar cansada por una “fiesta”, el casamiento de un conocido. Muy alegre y relajada, arrancó comentando que “en esta Coalición la cuestión de género es un tema superado, las mujeres somos maravillosas, los hombres también pero no tanto como el sistema patriarcal considera”. Ante las risas que cosechó al desplegar su conocida posición, aclaró a los hombres “que no se preocupen, que igual son necesarios”. Y el auditorio le festejó la frase. En un tramo de un extenso discurso, la ex diputada hizo suya la pregunta “¿se puso muy liberal Carrió?”, y se respondió: “El problema es cuando sólo algunos pueden ser libres, como ocurre en Argentina”. También instó a superar el debate “educación laica o religiosa” porque “en el mundo que viene si no conocemos todas las creencias no podremos amarnos”. En ese momento, cuando comenzaba a elogiar los beneficios de la diversidad, miró a su lado y dijo: “Acá como Telerman, que es judío y peronista”.

Antes de pasarle el micrófono a su apadrinado y aliado político, Carrió confesó el placer que le produce estar en un aula universitaria, y lo ejemplificó al decir que cuando salió del Congreso y entró a una clase en el Instituto Hannah Arendt sintió que pasaba “del infierno al cielo”.

Luego de escuchar las menciones de Carrió a Sócrates y a Bertrand Russell, Telerman admitió que “las mujeres son avasalladoramente más inteligentes”, y se sumó a la apología de la diversidad al agregar que, además de judío y peronista es “feminista”. Carrió había mencionado las precarias escuelas-galpón del conurbano en contraste con la imponente arquitectura del Mariano Acosta, e instó a construir “muchos Mariano Acosta”. Telerman pareció responderle: “Cuando inauguro una escuela es porque allí podría mandar a mis hijos”.

Ninguna diferencia respecto del gobierno central, que las tienen, se coló anoche, al finalizar el primer acto de campaña que los mostró ante las cámaras y los grabadores.