Domingo, 21 de octubre de 2007 | Hoy
DEPORTES › DAVID Y ROGER YA CHOCARON EN MUCHAS OCASIONES
Por Sebastián Fest
Desde Madrid
La frase fue directa, tan demoledora como su servicio: “Creo que dejó pasar un poco la posibilidad de apuntarle al número uno”. En trece palabras Roger Federer resumía lo que muchos argentinos sentían sobre David Nalbandian, pero no terminaban de admitir. O de atreverse a decir. Era marzo de este año, y Federer, durante una entrevista con la agencia dpa, desmenuzaba la situación del cordobés, un jugador tan talentoso como irregular, capaz de vencerlo en noviembre de 2005 en la final del Masters y de deambular durante 15 meses por el circuito sin entrenador, convencido de que la autogestión funciona en el tenis.
Cuatro días después de aquellas declaraciones de Federer, Nalbandian respondió. “No creo que se me haya pasado aún el tren”, señaló. “Siempre estuve cerca de ganar un Grand Slam”, recordó el argentino, finalista de Wimbledon 2002 y semifinalista al menos una vez en los otros tres cuatro grandes certámenes. “Estoy trabajando duro para lograr eso”, agregó.
Cuatro meses después de aquel contrapunto a distancia, Nalbandian tomó una decisión clave en su carrera: contratar a Martín Jaite como entrenador. Jaite, uno de los hombres que mejor leen el tenis en el país, lo puso en forma, organizó su vida en el circuito y ordenó su juego. El cambio se notó esta semana en Madrid, donde Nalbandian, 25º del ranking, está en condiciones de emular a Boris Becker y Novak Djokovic, los únicos que en los últimos 17 años lograron derrotar en un mismo torneo a los tres mejores del mundo. Becker lo hizo en Estocolmo 1999 y Djokovic en agosto de este año en Montreal.
Nalbandian, que este año había llegado a cuartos de final apenas en un torneo, ya liquidó en Madrid al número dos Rafael Nadal, en la peor derrota de la carrera del español, y al número tres, Djokovic. Y ahora tiene la oportunidad de un nuevo duelo con Federer, al que no enfrenta desde noviembre de 2006, cuando cayó ante el suizo en el Masters de Shanghai. El “clásico” Federer-Nalbandian es un duelo extraño, nacido en los torneos juveniles y liderado 8-6 por el suizo, que perdió los cinco primeros enfrentamientos pero ganó ocho de los últimos nueve.
¿Qué puede pasar? El favorito, como casi siempre, es Federer, pero el Nalbandian que enfrentará es superior al de las semifinales de Madrid 2006, al que fulminó 6-4, 6-0. Jaite tiene como meta que Nalbandian “gane un Masters Series y un Grand Slam”. Son metas para 2008, aunque hoy el argentino tiene la posibilidad de anticipar la primera.
Pero Federer está muy atento. Recordó que nadie le quebró el servicio en lo que va del torneo –aunque “Nalbandian es un gran devolvedor”–, y volvió a analizar las oportunidades que perdió el argentino desde aquel sorprendente título en Shanghai. “Creo que el partido clave de su carrera fue la derrota ante Baghdatis en la semifinal de Australia 2006 tras ir en ventaja dos sets a cero. Ahí podría haberme enfrentado a mí en la final. Luego perdió otras posibilidades ante mí en Roma, París, se lesionó un poco... Ahora parece que está volviendo.” Más allá del resultado de la final, Nalbandian tiene hoy con su juego la oportunidad de demostrar si es cierto.
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