El fallo de la Corte Suprema sobre la utilización de reservas para pagar deuda, a través del Fondo del Bicentenario, no será inminente. El juez del máximo tribunal Carlos Fayt aseguró que deben “meditar a fondo el asunto”. De seguir esta conducta, la Corte continuaría en la línea de la no judicialización de la política, ya que de dilatarse lo suficiente los tiempos el asunto llegará al Congreso. Allí la puja será en el Senado, donde la paridad en la votación marca que cada nuevo alineamiento es crucial. El gobernador santafesino, Hermes Binner, reiteró su negativa y de esta forma el socialismo votará orgánicamente por el rechazo. Más allá de algunos indecisos, la definición provendría de parte de los dos senadores pampeanos. Hoy el gobernador de esa provincia –que está a favor de la medida– intentará convencerlos para que voten por la ratificación del DNU.

La inclusión de la Corte en la disputa por las reservas del Banco Central se dio a través de la presentación de un recurso extraordinario de parte del Gobierno para suspender la medida cautelar que dispuso la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal. En aquel fallo, los jueces habían decidido congelar los 6569 millones de dólares de reservas para la constitución del Fondo del Bicentenario. Ahora la apuesta del Gobierno es lograr un pronunciamiento favorable de la Corte, que a partir de ello se liberen los fondos y comenzar a utilizarlos rápidamente a través de licitaciones anticipadas de los vencimientos.

Sin embargo, el juez del tribunal supremo Carlos Fayt dejo entrever que los integrantes de la Corte no acelerarán los tiempos. Con ello buscan evitar decidir sobre lo que consideran es un asunto político. Es que la liberación de los fondos recrearía un escenario donde el Congreso no tendría un rol protagónico, sino que sería casi como un auditor sobre la ya concretada utilización de reservas.

En caso de que la Corte conceda el recurso, por los siguientes diez días hábiles los abogados de ambas partes harán sus presentaciones y partir de allí la Corte podría pronunciarse. Pero según Fayt, la decisión no será automática. “El recurso se debe analizar en profundidad” y esa decisión “no será en las próximas horas”, resaltó Fayt. Entre la extensión administrativa y las declaraciones de Fayt, lo más probable es que la resolución no llegue en febrero y, con el comienzo de las sesiones ordinarias, el Congreso decida sobre el asunto.

A nivel legislativo el oficialismo no podría respaldar la decisión presidencial en Diputados. Pero como la aprobación de los decretos de necesidad y urgencia sólo precisa el visto bueno de una de las dos cámaras, el Senado –donde la disputa es palmo a palmo– definirá el destino del DNU.

La paridad se definirá por poca diferencia y la votación de los senadores pampeanos Carlos Verna y María Higonet puede inclinar la balanza en favor del oficialismo. El gobernador de aquella provincia, Oscar Jorge, que está a favor de la medida, tendrá hoy una reunión con los legisladores para procurar convencerlos de que voten en positivo. Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque oficialista en el Senado, también sondeará a la correntina Josefina Meabe, que responde al ex gobernador Arturo Colombi, ligado a Julio Cobos. Además, la ex reutemista santafesina Roxana Latorre afirmó públicamente que sigue indefinida.

Por su parte, el santafesino Hermes Binner, de quien el oficialismo especulaba que podría llegar a obtener un voto positivo, reiteró el rechazo del Partido Socialista. Las dudas sobre el socialismo provinieron por parte del propio gobernador, que había declarado en forma ambigua sobre el Fondo del Bicentenario. Sin embargo, ahora el partido que encabeza queda, de forma orgánica, en línea con la postura del Acuerdo Cívico y Social, que integra junto al radicalismo y la Coalición Cívica.

“Hay que honrar la deuda externa pero, por otro lado, honrar la deuda interna”, manifestó Binner sin hacer mención a la forma que habría que seguir para generar recursos a aplicar a ambos destinos. “Para el socialismo es invotable”, concluyó. A pesar de su posición, manifestó que desea que si finalmente se aprueba el decreto, “los 25 mil millones de pesos que quedarían liberados del presupuesto sean utilizados para la deuda interna, para pensar en la educación, en la salud”.