Al igual que en su momento hubo medidas de protección a los sectores del calzado y los juguetes, el Gobierno amplió ayer el espectro a los fabricantes de motos. Para proteger a ese rubro, y detener la invasión china, se impuso un sistema de licencias no automáticas. Los industriales aseguran que ahora estarán en condiciones de volver a producir lo mismo que antes de la convertibilidad: para el año que viene estiman alrededor de 150 mil unidades, el triple que en 2006. También prometieron que no habrá aumento de precios y que se generarán 3500 puestos de trabajo.

El anuncio de la medida fue realizado en la Casa Rosada, en un acto encabezado por Néstor Kirchner, con la presencia de Felisa Miceli y del secretario de Industria, Miguel Peirano. Fue una potente señal de que el Gobierno pretende impulsar a uno de los sectores industriales más postergados. Sobre ventas totales de 550 mil motocicletas, apenas el 10 por ciento se produce en la Argentina. En el primer semestre del año, las importaciones se incrementaron un 178 por ciento.

Nueve de cada diez motos del medio millón que se importarán este año llegarán desde China. El resto lo aporta Brasil. Cecilia Fraire, integrante del directorio de la Confederación General Económica y directora de Zanella, señaló a este diario que hay motos de 50 cilindradas que ingresan a 450 pesos y se colocan en el mercado interno a unos 2000 pesos. El mismo precio que las unidades fabricadas localmente.

Según Fraire, la limitación a las importaciones permitirá que muchas plantas que dejaron de fabricar durante la convertibilidad, y que todavía mantienen sus líneas armadas, vuelvan a producir. “La aspiración es que en 2007 se fabriquen 150 mil unidades, lo mismo que en 1988”, apuntó la ejecutiva a Página/12. La empresaria aseguró que, para lograr la meta, habrá inversiones por 80 millones de dólares en los próximos tres años, y que no habrá aumento de precios. “Habrá un equilibrio entre la producción local y las importaciones. Los consumidores saldrán favorecidos: tendrán motos a precios similares pero de mejor calidad”, agregó Fraire.

Durante el acto, Miceli se refirió a la cuestión: “No tenemos que repetir los esquemas del pasado, que cuando el Estado adoptaba medidas de protección, algunos en lugar de incorporar tecnología subían los precios”. El otro compromiso de los empresarios fue generar 3500 puestos de trabajo.

El fuerte impulso del consumo incluyó a las motos. En 2004 se trajeron desde el exterior 90 mil unidades. Se pasó a 250 mil el año pasado, y para éste se aguardan medio millón. Los modelos más vendidos son los de 110 cilindradas, que cuestan entre 2900 y 5000 pesos.

La empresa líder del sector es Zanella, cuya historia de los últimos 12 años refleja la crisis del sector. Hasta 1994 tuvo su época de oro, pero luego cayó en concurso de acreedores. Los bancos acreedores se hicieron cargo de la empresa hasta que a fines del ’99 pasó a manos de un grupo inversor. En 2002, en plena crisis, Zanella fabricó apenas 3000 motos. El año pasado fueron 40 mil. Y desde la compañía aseguran que tienen capacidad para triplicar esa cifra. Para reforzar esa línea proyecta inversiones por 12 millones de dólares para reactivar su planta en Córdoba.