El Gobierno tiene que tomar una decisión en un conflicto entre Telefónica y los usuarios de uno de sus servicios. Debe resolver si autoriza o rechaza un aumento del 15 por ciento que la empresa aplicó a la denominada “Línea Control 400”. La asociación de consumidores Deuco impugnó la suba hace tres semanas ante la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y ese organismo de control consideró que debería anularse. Pero, ante la apelación de la compañía, las actuaciones fueron elevadas a la Secretaría de Comunicaciones, que ahora debe laudar en la controversia. En el año 2003 se produjo una situación similar y en aquel momento Telefónica fue obligada a retrotraer el incremento y devolver 5,5 millones de pesos a sus clientes.

La Línea Control 400 pasó de 25,42 pesos más IVA a 29,27 más IVA a partir de julio. Es un servicio que sólo permite a los usuarios realizar llamadas urbanas. La tarifa es fija por un máximo de 400 pulsos mensuales. Están bloqueadas las comunicaciones interurbanas, internacionales y con celulares. El régimen fue creado en noviembre de 1999 en un acuerdo entre el gobierno de Carlos Menem y las compañías telefónicas. Fue para compensar lo que las empresas habían recaudado de más por el rebalanceo tarifario.

En la actualidad, Telefónica tiene 1,2 millón de abonados a este sistema. En enero pasado, recibieron una nota de la compañía que les anticipaba un aumento del servicio a partir de abril, pero finalmente no se produjo en esa fecha. Sin embargo, se concretó con las boletas de julio. La fórmula aplicada por la empresa fue reducir del 100 al 75 por ciento una bonificación que aplicaba a un cargo que había incorporado en las facturas, denominado “Bloqueo Línea Control 400”.

Pedro Bussetti, presidente de Deuco, explicó a Página/12 que ese cargo fue creado por Telefónica a principios de 2003, “de manera unilateral y sin haber recibido la aprobación de la CNC”. Como la bonificación era del ciento por ciento, el agregado de ese ítem en las facturas pasó desapercibido. Pero ahora que disminuyó al 75 por ciento, se tradujo en un alza del abono de 3,85 pesos más IVA. Bussetti remarcó que los únicos cargos legítimos para este régimen son el abono de la línea (de 13,23 pesos más IVA) y el de “Línea Control” exclusivamente (de 12,19), lo que hace un total de 25,42 más IVA. Telefónica introdujo un tercero, “Bloqueo Línea Control 400”, de 15,66 pesos, que bonificaba totalmente y ahora lo hace en sus tres cuartas partes.

La CNC recibió la queja de Deuco el 8 de agosto pasado y en apenas seis días determinó que el aumento representa un “incumplimiento” del acuerdo que dio origen a la Línea Control. “Este organismo detectó modificaciones en la facturación de la licenciataria denunciada, las que importan el incumplimiento de la medida ordenada oportunamente de abstenerse de introducir cambios en la facturación del producto denominado Línea Control 400, ya que eran consideradas como un incremento en la tarifa del servicio básico telefónico prestado bajo esa modalidad”, sentenció.

Sin embargo, como Telefónica apeló la resolución, ahora debe resolver la Secretaría de Comunicaciones. Mientras tanto, la empresa sigue aplicando el incremento.

En 2003, la empresa encareció la “Línea Control 400” con el argumento de que había registrado un incremento en sus costos. Lo hizo sin tocar la tarifa, pero reduciendo la cantidad de pulsos disponibles. La medida rigió durante algunos meses, hasta que la misma Secretaría de Comunicaciones, en aquel entonces con Guillermo Moreno como titular, dispuso retrotraer el aumento y reintegrar a los usuarios 5,5 millones de pesos. La empresa pretende esquivar el peso de ese antecedente con el planteo de que la situación actual es distinta de aquélla. El organismo oficial deberá dictaminar si la compañía tiene razón o debe dar marcha atrás con la suba.