Jueves, 31 de agosto de 2006 | Hoy
EL MUNDO › EL PREMIER ISRAELI DIJO QUE SEGUIRA EL BLOQUEO
El secretario general de la ONU le había pedido al jefe del gobierno israelí que levante el bloque al Líbano, pero éste le contestó que sólo lo hará cuando se cumpla la resolución que puso fin a las hostilidades.
Por J. P. Velázquez-Gaztelu *
Desde Ammán
Israel respondió con un “no” rotundo a la petición del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de levantar el bloqueo aéreo, marítimo y terrestre sobre Líbano y afirmó que lo hará sólo cuando se cumpla íntegramente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad. “Como el propio secretario general ha dicho, la resolución es un menú cerrado e Israel cumplirá sus compromisos, incluido el levantamiento del embargo, como parte del cumplimiento de todos los artículos”, dijo Olmert tras recibir en su residencia de Jerusalén al secretario general de la ONU.
Olmert, cuyo gobierno de coalición atraviesa una delicada situación por las crecientes críticas en su país a su manejo de la guerra con Hezbolá, dejó claro que no hará un gesto hacia el gobierno libanés mientras no se produzca la liberación de los dos soldados israelíes capturados por Hezbolá y se despliegue la fuerza internacional no sólo en el sur de Líbano, sino también a lo largo de la frontera con Siria para impedir el rearme del movimiento islámico.
El primer ministro israelí también reaccionó con frialdad al anuncio, por parte de Annan, de que en los próximos días la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Finul) tendrá 5000 hombres sobre el terreno, y que ello hará posible una pronta retirada de las tropas israelíes del sur de Líbano. “Israel se retirará de Líbano cuando la resolución se cumpla”, dijo Olmert.
La reunión puso de manifiesto serias discrepancias entre el gobierno de Olmert y el secretario general de la ONU, que el pasado lunes emprendió una ofensiva diplomática por ocho países de Oriente Próximo con el objetivo de consolidar el alto el fuego entre Israel y Hezbolá. Annan considera vital el levantamiento del bloqueo para que el Líbano pueda recuperarse económicamente y para que el gabinete de unidad nacional presidido por Fuad Siniora pueda extender su soberanía a todo el país. “El gobierno libanés está cumpliendo en serio la resolución 1701 y ésta es una buena oportunidad para reforzarlo”, dijo Annan, quien esperaba, al menos, que Israel anunciase ayer el levantamiento del bloqueo aéreo sobre Líbano. Ahmad Fawzi, portavoz de Annan, declaró que éste sigue siendo optimista y que espera que Israel reconsidere su petición de levantar el embargo, aunque sea gradualmente, empezando por el aeropuerto internacional de Beirut.
Israel impuso un férreo bloqueo sobre Líbano el pasado 13 de julio, un día después de que milicianos de Hezbolá atacasen un puesto fronterizo del ejército israelí y secuestraran a los dos soldados. Durante la guerra posterior, Israel bombardeó el aeropuerto de Beirut, impidió la llegada de mercancías a los puertos libaneses y destruyó las carreteras que llevan a Siria, única conexión terrestre de Líbano con el exterior. A pesar de la entrada en vigor del alto el fuego, el pasado 14 de agosto, Israel sólo permite actualmente el aterrizaje de aviones de las líneas aéreas Royal Jordanian y Middle Eastern, siempre que pasen antes por el aeropuerto de Ammán para pasar una revisión de seguridad.
Fouad Siniora, el primer ministro del Líbano, rechazó un llamado de Olmert para que los gobiernos de Israel y el Líbano tuvieran un contacto directo para establecer “la piedra angular de una nueva realidad” entre los estados vecinos. El Líbano, dijo, sería el último país árabe que firmará un tratado de paz con Israel. “Que quede claro –añadió–, no estamos buscando un acuerdo hasta que haya una paz justa y completa.” Mohammed Fneish, uno de los dos ministros Hezbolá en la coalición de Siniora, rechazó el llamado de la resolución de la ONU para la libertad incondicional de los dos soldados capturados. “Esto no es posible –dijo-. Debería haber un intercambio a través de negociaciones indirectas.” Annan también se entrevistó ayer con Tzipi Livni, ministra de Asuntos Exteriores israelí, quien expresó su malestar por la visita que el secretario general de la ONU tiene previsto efectuar el próximo fin de semana a Teherán. Livni, según un asistente a la reunión que pidió el anonimato, sostuvo que viajar a Teherán contribuye a reforzar un gobierno que preconiza la destrucción del Estado de Israel. Annan, según la misma fuente, respondió a las críticas de la ministra israelí con el argumento de que Irán es un país miembro de Naciones Unidas y que su misión como secretario general es hacer todo lo posible para resolver, mediante el diálogo, los enormes problemas de Oriente Próximo. Livni, sin embargo, no puso objeciones cuando Annan habló de la participación de países islámicos como Indonesia y Malasia, que no reconocen al Estado de Israel, en la fuerza internacional en Líbano. Tras su visita de 24 horas a Israel, Annan se trasladó en un helicóptero militar jordano hasta Ramalá sede de la Autoridad Palestina, para conversar con el presidente Mahmud Abbas. De allí voló hacia Ammán, donde hoy tiene previsto entrevistarse con el rey Abdalá a orillas del mar Muerto.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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