Dos días después de acordar con los supermercados, el Gobierno hizo lo mismo ayer con las cadenas de distribuidoras y autoservicios mayoristas de alimentos y bebidas. Los términos fueron similares: mantener los precios hasta diciembre de 2007. Como se hizo a fines del año pasado, el próximo paso será sentar a la mesa a los principales proveedores de los comercios para sumarlos al compromiso antiinflacionario. Después de cerrar trato con el sector de la alimentación, el Gobierno buscará sendos acuerdos con las constructoras y con el sector automotor.

Las principales cadenas mayoristas que se comprometieron a mantener los precios son Yaguar, Maxiconsumo, Diarco, Vital, Makro, Hipermay, Ciclón, Primo Hermanos y Romay. El anuncio fue realizado en la Casa Rosada por Guillermo Moreno y por el representante de los comercios, Antonio Guida, luego de una reunión encabezada por Néstor Kirchner, de la que participaron Felisa Miceli y los dueños de las distintas cadenas.

Al igual que lo sucedido el lunes con los minoristas, el acuerdo de ayer se concretó sobre “todas las listas de precios vigentes” de los alimentos y bebidas. Durante la conferencia, Moreno aseguró que el Gobierno “garantiza la estabilidad de los márgenes” de los comerciantes, con lo cual ahora tendrá que lograr que los proveedores, en general empresas líderes de la alimentación, se comprometan a mantener congelados sus precios de venta.

Al respecto, el secretario fue concluyente: dijo que dedicará la segunda quincena del mes a avanzar en pactos empresa por empresa. Un largo desfile que ya tuvo lugar este año, cuando se firmaron acuerdos de estabilidad que vencen dentro de dos meses y medio.

Además de referirse a las alimentarias, Moreno aseguró que también habrá conversaciones con los productores frutohortícolas. Las frutas y verduras fueron de los rubros que más aumentaron en los últimos meses. En varios casos se trató de cuestiones estacionales que hicieron trepar los valores, pero en otros habría distorsiones en la comercialización. Sobre este último punto, el funcionario destacó el convenio para que la manzana llegue a los comercios a 1,49 pesos por kilo y se expenda 50 centavos más cara. “Lo mismo queremos lograr con la naranja y el tomate que son productos que sufren aumentos por estacionalidad en el mes de octubre”, adelantó.

Cuando le consultaron sobre las variaciones detectadas en los supermercados en productos de la canasta básica, Moreno explicó que, en realidad, muchas veces las cadenas ofrecen ofertas que luego son percibidas como aumentos cuando los negocios retiran la oferta y vuelven al valor anterior. Puso como ejemplo al kilo de pollo, cuyo precio se había acordado en 2005 y que este año estuvo por debajo de ese acuerdo y ahora recuperó su valor original, de 4 pesos.

Fue en ese momento que Moreno reveló hasta dónde llega la obsesión oficial por la inflación. Dijo que, además del habitual relevamiento del Indec sobre 60 mil productos en 8 mil comercios, acaba de contratar una consultora especializada para hacer el seguimiento de los valores en el canal minorista.