El Indec dará a conocer dentro de dos días los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre. Fuentes oficiales dejaron trascender que la tasa de desocupación habría descendido a 10,2 por ciento, dos décimas menos que en el segundo trimestre. En comparación con el período julio-septiembre de 2005, la caída en el desempleo sería más contundente, de 0,9 punto, ya que en aquel momento se ubicó en 11,1.

El Gobierno aspira a cerrar el año con una tasa de desocupación de un dígito, objetivo que de acuerdo con la tendencia de los últimos meses podría lograrse en el trimestre en curso. En ese caso, el Ministerio de Trabajo anulará la indemnización agravada que rige desde 2002. Si se confirma la tasa de 10,2 por ciento, sería la segunda más baja desde el estallido de la crisis, detrás del 10,1 por ciento que se produjo en el cuarto trimestre del año pasado.

La mejora en los indicadores laborales se viene dando en un contexto de fuerte crecimiento económico. En el período analizado, el PBI registró un aumento del 8,4 por ciento, sustentado en la expansión de la industria, la construcción y el agro.

Los datos sobre el comportamiento del mercado laboral reflejarían una disminución de la elasticidad empleo-producto. Es decir, cuánto baja la desocupación por cada punto de crecimiento de la economía. Este año terminaría con una tasa apenas superior al medio punto. En el Ministerio de Economía explicaron que “una alta elasticidad empleo/PBI es propia de los períodos iniciales de salida de la crisis, pero a medida que la tasa de desocupación converge a niveles compatibles con la plena ocupación, la relación va disminuyendo”.

A partir de estos datos, si se consideran como desocupados a los beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar, el desempleo se ubicaría entre 12 y 12,5 por ciento.