El ministro del Interior, Aníbal Fernández, defendió la embestida judicial del Gobierno contra la empresa Shell, asegurando que “no existe ninguna obsesión” respecto de la firma angloholandesa, pero planteó la necesidad de una respuesta oficial ante ciertas prácticas empresarias como la de sacar al mercado un gasoil con aditivo para venderlo por encima del precio convenido entre las refinadoras y el Estado. “El gasoil está barato, pero nadie lo vende por debajo del costo”, aseguró ayer el titular de la cartera política. “Donde hay una ley en la mano que permite discutir cómo se lleva a cabo el desabastecimiento de productos que son de utilización indispensable, se debe practicar con la ley en la mano, no hay mucho más que eso”, subrayó. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, presentó ayer a la Justicia un escrito ratificando sus dichos del lunes ante el juez y el pedido de ser tomado como querelllante en la causa.