La mayoría de las bolsas del mundo cerraron la jornada de ayer en rojo, aunque las caídas no fueron muy pronunciadas. En Nueva York, los indicadores de Wall Street se movieron en terreno negativo y más temprano el balance ya había sido desfavorable en las bolsas europeas, con caídas de hasta un 2,2 por ciento en Frankfurt. El Merval, luego de mantenerse al alza durante toda la rueda, terminó con una leve baja del 0,1 por ciento, en un contexto donde persisten las preocupaciones por la debilidad de la economía de Estados Unidos. Las principales noticias en Wall Street que afectaron a los demás mercados fueron la rebaja en la previsión de ganancias de Intel y el aumento de las expectativas sobre las pérdidas del Citygroup, a menos que se le inyecte más capital. Por su parte, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, intentó llevar tranquilidad a los mercados al hacer un llamado a los bancos para que difieran plazos o refinancien deudas o bien modifiquen cláusulas contractuales para evitar más ejecuciones hipotecarias e incumplimientos. En ese contexto, el petróleo (ver aparte), el oro y los granos observaron importantes caídas, que llegaron hasta casi el 4 por ciento. Mientras tanto el euro se negoció a la baja, en 1,52 dólar.