Esta vez no es noticia el supuesto contenido de las computadoras de Raúl Reyes, el número dos de las FARC abatido en marzo. Lo es un supuesto archivo de un jefe paramilitar desmovilizado –Carlos Castaño– a partir del cual se reveló que Hugo Chávez y su ministro Ramón Rodríguez Chacín eran objetivos militares de las AUC colombianas.

Los grupos paramilitares colombianos pretendían la eliminación física del mandatario venezolano y su ministro, según el informe. El dato aparece en los archivos contenidos en una memoria portátil de computadora supuestamente perteneciente a Castaño. Esa memoria fue entregada la semana pasada a la Fiscalía General por el paramilitar Ever Veloza, alias H.H., quien explicó entonces que se trataba de un testamento del desaparecido jefe máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia.

Según la información, revelada ayer por el diario bogotano El Tiempo, Castaño da cuenta de la creación de un bloque de las AUC en Venezuela, al mando de alias Antonio del Billa. Su principal acción iba a ser la eliminación de Chávez y Rodríguez Chacín, ex ministro de la administración bolivariana y hombre de contacto con la guerrilla FARC.

Precisamente, el supuesto respaldo del Ejecutivo venezolano a la guerrilla colombiana sería la causa del plan de atentado contra Chávez, que varias veces denunció que las AUC buscaban matarlo. Tras el bombardeo al campamento de las FARC, en marzo pasado, el ejército colombiano incautó las computadoras del jefe guerrillero, Raúl Reyes. Un mes después, de todo se dijo sobre su contenido: sobre mails entre líderes rebeldes, sobre un dinero que les habría entregado Chávez para que compren armas, etcétera.

Estos nuevos archivos contienen, además, información sobre los vínculos de fuerzas paramilitares con el narcotráfico y con miembros del ejército colombiano. El Tiempo indica que en un documento del 11 de septiembre del 2002, Castaño asegura que militares le solicitaron ayuda para recuperar unas armas que dos suboficiales vendieron a un grupo de paramilitares. Además, hay nombres y mensajes a empresarios, periodistas y funcionarios con los que Castaño tuvo contacto fluido.

Otros correos se refieren al entonces presidente de la Federación de Ganaderos, Jorge Visbal, hoy senador, y de José Miguel Narváez, asesor del Ministerio de Defensa en esa fecha. Esas personas serían promotoras del cese al fuego al que llegaron las AUC para sentarse a negociar con el gobierno de Alvaro Uribe, en un proceso de desmovilización que implicó el retiro del combate de unos 32 mil hombres entre el 2003 y el 2006.

Una computadora incautada en 2006 a otro de los jefes de las AUC, Rodrigo Tovar Pupo, extraditado en mayo pasado a Estados Unidos, permitió a la Justicia abrir el sonado proceso de la “parapolítica”, que involucra a 68 congresistas elegidos ese año, de los cuales 32 están presos.