El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó sobre la preocupante situación de cientos de pacientes graves que no tienen acceso a sus tratamientos médicos en la Franja de Gaza. Según un comunicado que emitió ayer esta organización en Ginebra, esto se debe a una débil cooperación en temas de salud entre las autoridades palestinas en Cisjordania (Al Fatah) y Gaza (Hamas).

El deterioro de las relaciones en las últimas semanas provocó una disminución en las importaciones (tanto en tiempo como en cantidades) de los insumos médicos esenciales para la atención de los enfermos. Estos problemas ocasionaron una riesgosa interrupción de los tratamientos en los pacientes que necesitan atención más urgente.

La complicada situación de los servicios de salud en Gaza puso en alerta a la Cruz Roja, impulsándola a tomar medidas para paliar la emergencia sanitaria que reina en la zona. Así, autoridades del CICR realizaron un llamamiento a los funcionarios palestinos para que tomen medidas ya para garantizar la disponibilidad de los suministros médicos en los hospitales. El reclamo también fue extensivo al gobierno israelí para que facilite las entregas de los insumos y equipos para atender adecuadamente a la población.

La situación de los enfermos en la región es cada vez más crítica, y según la Coordinadora de Salud del CICR en Gaza, Eileen Daly, “esto tiene graves repercusiones”. Un ejemplo de ello son los niños que padecen fibrosis quística (una grave dolencia), que no han tenido acceso a una debida medicación durante la semana pasada. La medicación es imperiosa para mejorar la salud de los niños, que “necesitan tomar la medicación cada día, si no su estado de salud se deteriorará rápidamente”, agregó la funcionaria de la CICR.

Pero el panorama es más complicado aún si se toma en cuenta una huelga de los trabajadores de la salud palestinos, que se viene desarrollando desde finales de agosto. El reclamo reduce la capacidad de los hospitales para ofrecer una asistencia adecuada a los pacientes, y ya se registra una disminución del 40 por ciento en las intervenciones quirúrgicas y una caída del 20 por ciento en las admisiones hospitalarias.

Según este mismo informe, otro hecho que agrava la situación sanitaria en Gaza son los enfermos que necesitan tratamientos especializados para patologías cancerosas o cardíacas. En caso de que no reciban la asistencia médica específica en los países que rodean Gaza podrían sufrir un serio deterioro en su estado de salud.

Los pacientes graves no puedan ser trasladados hacia hospitales de Israel, Jerusalén oriental, Cisjordania o Jordania, dado que no son admitidos en estos centros de mayor complejidad fuera de Gaza. Esto es debido a la presión internacional sobre Hamas, facción palestina que no es reconocida como interlocutora y sí lo es su rival, Al Fatah. En los últimos meses hubo una reducción del 50 por ciento en la cantidad de pacientes que son derivados desde la Franja hacia establecimientos en el exterior para realizar los mencionados tratamientos.

La tarea del CICR es ayudar a los hospitales y centros de salud para que puedan cubrir las necesidades más urgentes de los pacientes, asistiéndolos con la entrega de fármacos, insumos médicos y piezas de recambio, especialmente para salas de emergencia y los quirófanos.

Sin embargo, al observar la gravedad de la situación actual en el CICR consideran que ya no basta con la ayuda humanitaria y salieron a buscar respuestas en las esferas del poder político de los países involucrados.

La jefa de la misión del CICR, Katharina Ritz, señaló que “los asuntos de la salud no deberían politizarse”. Debido a la acuciante situación de los enfermos de la Franja de Gaza, Ritz agregó que “se deben buscar soluciones pragmáticas, porque muchas vidas están en peligro”.