El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó ayer de extraña la actitud de su par colombiano, Alvaro Uribe, al denunciar a Venezuela a pocos días de finalizar su mandato. “Lo que me pareció extraño es que esto ocurre a pocos días de que el compañero Uribe deje la presidencia. El nuevo presidente dio señales claras de que quiere construir la paz. Marchaba todo bien hasta que Uribe hizo la denuncia”, opinó Lula, durante una charla con periodistas en su ciudad natal, Caetés, en el estado de Pernambuco. El presidente brasileño lamentó la nueva crisis que explotó entre las dos naciones vecinas y confirmó que ya llamó a los dos mandatarios, Uribe y Hugo Chávez, para empezar a discutir una posible solución. Desde Brasilia, en tanto, su asesor en materia internacional, Marco Aurelio García, advirtió sobre las repercusiones que el conflicto andino puede tener para el resto de la región. “No queremos buscar un chivo expiatorio de la situación. Estamos preocupados porque esto debilita a América del Sur, que tiene como gran triunfo ser una región de paz y no queremos que nada contribuya para cambiar esa imagen”, destacó.