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El presidente Barack Obama promulgó una ley que permite a la Casa Blanca destinar 600 millones de dólares para endurecer la vigilancia en la frontera con México. Desde Washington dijeron que con esta medida se podrán reforzar los lazos con México.

La norma habilita a Washington a contratar mil nuevos agentes para que se desempeñen en la Patrulla Fronteriza. Además, le da fondos a la Casa Blanca para que envíe 250 nuevos funcionarios de la Oficina de Inmigración y Aduanas. Otros 250 funcionarios serán destinados al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras. Otra parte del presupuesto será empleada para mejorar los equipos de comunicación y un tercio del dinero será girado al Departamento de Justicia, que lo distribuirá entre las agencias encargadas de combatir el tráfico de armas y el narcotráfico.

Después de firmar la ley, Obama no hizo declaraciones. Aunque sí celebró el jueves la aprobación de la norma en el Senado. “Esta ley reforzará nuestra alianza con México a la hora de combatir a las bandas y organizaciones criminales que operan a ambos lados de nuestra frontera compartida”, dijo el presidente estadounidense.

Por su parte, Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad Nacional, afirmó: “La frontera no es y no debe ser un asunto político. Es un problema de seguridad nacional”. La funcionaria que acompañó la firma de Obama en el Despacho Oval (foto) agregó: “Necesitamos lograr una frontera cada vez más segura pero, como nación, también necesitamos una reforma migratoria”. La secretaria de Seguridad Nacional puso la pelota del lado del Congreso y le recalcó al Poder Legislativo que ya era hora de que se pusiera a trabajar en eso.

El jefe de los Servicios Nacionales de Migraciones, John Morton, apuntó que la gestión Obama fue la que más indocumentados deportó. Unas 300 mil personas habrían sido retornadas a sus lugares de origen desde que Obama asumió en 2009, según estimó Morton.

Mientras tanto, grupos de defensa de los inmigrantes miran con desconfianza al gobierno federal por el endurecimiento de su política en la frontera. Además, las organizaciones civiles le reclaman a Obama que avance con su prometida reforma migratoria “integral”. El presidente había dicho que el sistema migratorio estadounidense estaba quebrado.