Otro día de manifestaciones en Hungría. Más de 25 mil personas se reunieron ayer en la plaza Kossuth de Budapest, delante del Parlamento, para manifestarse contra el gobierno socialdemócrata y el primer ministro, Ferenc Gyurcsany. Esta es la séptima jornada consecutiva en la que los manifestantes se concentran ante el Parlamento para exigir la renuncia de Gyurcsany, tras filtrarse una conversación en la que reconocía que mintió para ganar las elecciones parlamentarias de abril. Los dirigentes del Comité Nacional Húngaro 2006 (MNT), el grupo formado el miércoles pasado que intenta controlar la violencia con su propio servicio de seguridad, opinaron ayer que el partido conservador, Fidesz, los traicionó al retirarse de las manifestaciones. “La oposición tendría que apoyarnos, pero ellos nos abandonaron”, indicó el líder Tamás Molnár en alusión a que el Fidesz había anunciado el jueves pasado que cancelaba su manifestación anunciada para ayer porque no existían las garantías suficientes de seguridad. “Lo que actualmente sucede en Budapest y otras ciudades de Hungría es una revolución contra el régimen considerado como heredero de los comunistas”, opinó por su parte László Toroczkai, otro dirigente del MNT.