Sábado, 13 de enero de 2007 | Hoy
EL MUNDO › FUERTE CRUCE DE PALABRAS TRAS LA DETENCION DE DIPLOMATICOS IRANIES EN IRAK
Irán reclamó airadamente por la vía protocolar la detención de sus diplomáticos, pero la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, contestó con dureza, y reiteró que no hablará ni con Irán ni con Siria. El canciller iraquí se quejó porque Estados Unidos no le avisó que iba a allanar la oficina de los iraníes.
Por Yolanda Monge *
Desde Washington
La detención anteayer de seis iraníes en Irak generó un choque diplomático entre Washington y Teherán que complicó aún más la explosiva situación en Medio Oriente. Fuerzas estadounidenses irrumpieron el jueves en una oficina diplomática de Irán en Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y detuvieron a seis funcionarios iraníes. Según las autoridades locales kurdas y Teherán, el edificio asaltado alberga el consulado iraní y, según Washington y el Ministerio iraquí de Exteriores, es una “oficina de enlace”, sin protección diplomática. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que no confirmó la operación, advirtió que su país no permanecerá inactivo ante los intentos iraníes de desestabilizar a Irak. “Estados Unidos no va a quedarse de brazos cruzados y permitir que estas actividades continúen”, dijo en declaraciones a la cadena Fox. Teherán calificó la captura de sus funcionarios de violación de los convenios internacionales.
Este no es el primer incidente. El 25 de diciembre, fuerzas estadounidenses detuvieron a dos diplomáticos iraníes que se encontraban en Irak invitados por el presidente Jalal Talabani. Aunque se los acusó de preparar ataques en territorio iraquí, fueron puestos en libertad sin cargos cuatro días después. Los seis detenidos, de los cuales uno fue liberado ayer, son empleados del consulado iraní en Erbil y se ignora si la operación tiene el apoyo de Bagdad o de las autoridades kurdas.
La embajada de Irán en Bagdad presentó ayer una protesta formal por la irrupción en su oficina diplomática, mientras la Cancillería iraní convocó a los enviados de Irak y Suiza, que representa los intereses de Estados Unidos ante Teherán, y exigió una explicación por las detenciones. En tanto, el canciller iraquí, Hoshyar Zebari, dijo estar molesto con el episodio porque no se informó con anticipación a su gobierno, y agregó que Irak no desea convertirse en un “campo de batalla de intereses extranjeros”, en alusión a la rivalidad entre Estados Unidos e Irán.
En tanto, el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Ali Hosseini, rechazó las afirmaciones del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, acerca de presuntas influencias políticas de Teherán sobre el convulsionado Irak. “Son sólo pretextos para justificar sus políticas fallidas en Irak”, dijo Hosseini.
Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana inició una maratónica sesión de entrevistas por las diversas cadenas de televisión antes de comparecer ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Rice inicia hoy un viaje a Medio Oriente, que estaba previsto antes del anuncio presidencial de aumentar el número de efectivos en Irak. La gira se da en un contexto difícil para la administración estadounidense, sometida a presiones intensas de la oposición demócrata, ahora mayoritaria en el Congreso, para retirarse de Irak, una guerra que ha dejado más de 3000 soldados estadounidenses muertos desde 2003.
Sin dejar lugar a fisuras, Rice expresó su oposición a restablecer el diálogo diplomático con el gobierno sirio o iraní como medio para estabilizar Irak, ya que Teherán exigiría concesiones en materia nuclear a cambio de su cooperación. En el caso de Siria, el presidente Bachar el Asad reclamaría mayor flexibilidad de Estados Unidos en el Líbano, señaló la secretaria de Estado en su comparecencia ante el Senado, durante la cual tuvo que enfrentarse a duras críticas por parte de senadores tanto demócratas como republicanos.
Rice señaló que anteriores conversaciones con los sirios, como la desarrollada por el ex secretario de Estado Colin Powell durante la primera legislatura del presidente Bush, “no condujeron a ninguna parte” como no lo han hecho las desarrolladas por Reino Unido, Alemania o Italia. Y fue muy dura con ambos países: “Debemos reconocer que Irán –Irán y Siria, pero en particular Irán– están implicados en actividades que ponen en peligro a nuestras fuerzas”.
Para la secretaria de Estado la única fórmula para que los sirios colaboren con la estabilización de Irak es tan sencilla como “cesar en la infiltración a través de sus fronteras”. En el caso de Irán, añadió que ya ha ofrecido abrir el diálogo con Teherán a cambio de suspender su programa de enriquecimiento de uranio. “Si Irán suspende su enriquecimiento de uranio, que es una exigencia internacional y no sólo estadounidense, entonces Estados Unidos está preparado para revertir 27 años de política y yo me reuniré con mi contraparte iraní en cualquier momento y lugar”, declaró Rice.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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