EL PAíS › LA INDEFINICION DE MACRI TIENE EN VILO A LA DERECHA PORTEÑA

Una pieza que todos miran adónde va

Mientras el líder de PRO se debate entre ser candidato a presidente, jefe de Gobierno o lanzarse al territorio bonaerense, hasta los propios macristas de la ciudad hacen cálculos para decidir cómo alinearse.

 Por Santiago Rodríguez

Todos los que se paran del centro hacia la derecha en el tablero político porteño miran hoy a Mauricio Macri. El empresario diputado se convirtió en blanco de todas las miradas más por su indefinición sobre su futuro electoral que por ser el actor central de ese espacio: no es lo mismo si Macri ratifica lo que parece ser su voluntad de postularse como presidente, que si insiste en probar suerte otra vez en la pelea por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o, incluso, incursionar en territorio bonaerense. Hasta la propia tropa macrista está a la espera de su decisión para definir dónde se alinea en las próximas elecciones.

La decisión que Macri tiene por delante no es fácil. Puede apostar a perder la presidencial con dignidad frente a Néstor o Cristina Kirchner para erigirse en líder de la oposición, pero Roberto Lavagna aparece ahora como un nuevo obstáculo en un camino que ya de por sí no se le presentaba sencillo: las elecciones porteñas serán antes que las nacionales y nadie en su espacio le garantiza siquiera llegar a la segunda vuelta en la ciudad. Además de en su propio distrito, la gente irá a votar antes de las presidenciales en Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba y tampoco allí PRO tiene grandes chances.

La provincia de Buenos Aires le depara a Macri mayores incógnitas que la Capital Federal, donde tiene tanto por ganar como por perder. No hay encuesta que lo deje afuera de una segunda vuelta porteña, pero tampoco ninguna que le garantice una victoria en esa instancia. Le juega en contra su imagen negativa y otra derrota en el ballottage como la que sufrió en 2003 frente a Aníbal Ibarra podría implicar el final de su carrera política.

Si, como todo indica, decide finalmente presentarse a presidente, Macri deberá acertar en la elección de su candidato a jefe de Gobierno porteño para mantener unido a PRO en la ciudad. En el horizonte aparecen varios nombres, como el de Horacio Rodríguez Larreta.

El ex miembro del triunvirato que conducía el PAMI en los días de la Alianza es un hombre de confianza de Macri, pero son pocos los que lo quieren de candidato. Peronistas como Santiago De Estrada y Diego Santilli –que acompañan al empresario desde Juntos por Buenos Aires– amagan con alinearse con Jorge Telerman si Macri lo consagra como su sucesor o si cede su lugar a Ricardo López Murphy. Rodríguez Larreta tampoco es querido por los socios demócratas de Macri y es resistido hasta por macristas puros, como la presidenta del bloque de Compromiso por el Cambio, Gabriela Michetti, que en cambio no exhiben los mismos reparos que los peronistas ante el líder de Recrear.

Aunque es nominado por los dirigentes porteños de su partido, López Murphy no tiene intenciones de postularse en la ciudad: quiere ser candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires para liderar la oposición al kirchnerismo en la Cámara baja y también mira con atención los movimientos de Macri porque desconfía de que cierre algún tipo de acuerdo con Lavagna.

López Murphy mantiene también conversaciones con Elisa Carrió y Patricia Bullrich. Le pidió a Macri que le diera tiempo hasta fines de enero para ver si podía convencerlas de armar algo entre todos, pero hasta sus propios hombres reconocen que está también abriendo una puerta para el caso de que el presidente de Boca lo abandone para irse con Lavagna.

El legislador porteño Marcelo Meis también opera para fortalecer los lazos entre Recrear y el ARI. Es un radical que estuvo en la Secretaría de Hacienda porteña durante la gestión de Fernando de la Rúa y aprovecha los vínculos que tejió en aquellos años con radicales que hoy están con Carrió, como Enrique Olivera.

El problema que López Murphy encuentra en sus charlas con Carrió para avanzar en un armado político es Macri: la chaqueña se resiste a aparecer asociada al empresario. Lo mismo Patricia Bullrich, que quiere que la jefa del ARI la elija como su candidata a jefa de Gobierno. La ex ministra de Trabajo, de todos modos, ha dado señales de que cedería en su pretensión en pos de articular una propuesta con chances de ganar y no se opondría incluso a que un macrista encabezara la fórmula en la ciudad, si Macri accede a pasar a un segundo plano en el ámbito local.

El rechazo a la figura de Macri contrasta con la aceptación que exhibe Michetti: tanto en Recrear, como en el ARI y en el entorno de Bullrich destacan el nivel de diálogo que tienen con la legisladora macrista. Michetti –otra mencionada como posible candidata del macrismo en la ciudad– también se lleva bien con los peronistas de Juntos por Buenos Aires y esta misma semana juró fidelidad a Macri frente a las versiones que la sindicaban como posible compañera de fórmula de Telerman.

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Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, entre especulaciones.
 
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