Un día después del anuncio oficial se comenzaron a conocer los primeros detalles del subsidio destinado a las industrias que venden en el mercado interno alimentos derivados de trigo, maíz, girasol y soja. Una alta fuente de la Secretaría de Agricultura aseguró ayer a Página/12 que el dinero generado con el incremento de las retenciones a las exportaciones del complejo sojero no se destinará a un fondo con afectación específica, sino que irá a Rentas Generales, de donde se redireccionarán los recursos. Para recibir el beneficio, las empresas deberán presentar constancia de sus ventas efectuadas entre diciembre de 2005 y noviembre de 2006. La fecha de la convocatoria todavía no está definida, pero la intención es acelerar los tiempos de la implementación operativa, pues en el Ministerio de Economía estiman que los mercados no operarán hasta que el mecanismo esté en marcha. A continuación se detalla cuántos recursos se tiene previsto destinar y quiénes serán los beneficiarios.

- Trigo. Desde octubre, los compradores sólo ofrecen 370 pesos por tonelada, pese a que la cotización internacional permitiría pagar 430 pesos. Esa diferencia, equivalente a 20 dólares por tonelada, es la que subsidiará el Gobierno para que los productores vendan a precio de mercado sin que la suba impacte en los precios de los alimentos derivados del trigo. Los molinos ya compraron 900 mil toneladas y requerirán otros 4 millones para abastecer el consumo interno en lo que queda del año. Por lo tanto, el subsidio sería de 80 millones de dólares. No obstante, una alta fuente de la Secretaría de Agricultura indicó ayer a Página/12 que el monto de la ayuda oficial podría llegar a 100 millones debido a la suba prevista en la cotización internacional del grano.

- Maíz. Los productores están recibiendo cerca de 100 dólares cuando la cotización internacional les permitiría obtener 120 dólares. Los 20 dólares de diferencia son los que pondrá el Estado. La demanda interna será de 7 millones de toneladas, cifra que en principio eleva el subsidio a 140 millones de dólares, pero en Agricultura aseguraron a Página/12 que el aporte podría llegar a 250 millones de dólares si se confirman las proyecciones que preven una continuidad en la suba de precios que se vino dando en los últimos meses.

En este caso, el subsidio lo recibirán la industría avícola, los productores de porcinos, los feedlots y los tambos, pues en todos los casos se utiliza el maíz como insumo, ya sea para alimentar pollos, cerdos o vacas. Desde el Gobierno aclararon que el beneficio se otorgará a partir de las declaraciones de ventas al mercado interno, pues la intención no es subsidiar, por ejemplo, la alimentación de vacas que luego se exportan.

- Aceites. Las aceiteras habían acordado con el Gobierno el año pasado vender el aceite crudo de soja, girasol y mezcla destinado al mercado interno a cerca de 440 dólares la tonelada, cuando la cotización internacional les permitiría recibir alrededor de 650 dólares. Aquí es donde el Estado deberá desembolsar el mayor monto de subsidio por tonelada: alrededor de 200 dólares. No obstante, el consumo interno se estima en apenas 600 mil toneladas. Por lo tanto, el aporte oficial llegaría a los 120 millones de dólares. En este caso los beneficiarios serán los refinadores y también los grandes productores que abarcan todos los eslabones de la cadena como, por ejemplo, Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza.

Tal como se observa, la proyección oficial sobre el aporte destinado a subsidiar el precio de los alimentos derivados del trigo, el maíz, la soja y el girasol suma una cifra levemente menor a los 500 millones anunciados, pero si los precios de los commodities agrícolas continúan su tendencia alcista, como ocurrió ayer (ver nota aparte) el aporte estatal deberá ser mayor aún para cubrir la brecha que separa los valores de mercado del precio tomado como referencia. En ese caso, se podría optar por incrementar nuevamente las retenciones a las exportaciones de los productos cuya cotización haya aumentado más.