EL MUNDO › CON TAPADOS Y HERIDOS, LA CAMPAÑA SE MUDA A NUEVA HAMPSHIRE

Una ruta plagada de obstáculos

La elección de Iowa golpeó duro las campañas de los candidatos mejor financiados, Clinton y Romney, colocó a Obama como favorito entre los demócratas y despejó el camino para el ascendente John McCain entre los republicanos. Las claves para el martes.

 Por David Usborne *

Desde Milford, Nueva Hampshire

El senador Barack Obama ha sido catapultado por su victoria en Iowa a un sensacional primer puesto en Nueva Hampshire, sobrepasando a su colega Hillary Clinton a sólo tres días de las elecciones primarias del martes próximo. El encuestador nacional Rasmussen Reports, que registraba a Obama tres puntos por debajo de Clinton hace pocas semanas, ahora lo tiene diez puntos adelante. Entre los republicanos, la encuesta muestra a John McCain estirando su ventaja con respecto a Mitt Romney, a quien supera por cinco puntos.

Un muestra de cómo sopla el viento para la campaña de Clinton se vivió el viernes por la noche. Había más de tres mil activistas en el debate de candidatos demócratas celebrado en un gimnasio techado de la ciudad de Milford. Hillary Clinton había liderado las encuestas aquí durante meses y parecía invencible, pero cualquiera que haya estado en el debate de Milford ahora sabe que hay un hombre que puede vencerla.

“¡Estoy listo!” “¡Estoy lleno de energía!” Barack Obama, el ganador entre los demócratas en Iowa habló en el último turno, y ése fue el cántico que irrumpió entre la multitud, aun antes de que llegara al podio. El locutor imploró: “Por favor, vuelvan a sus asientos”. Como si eso fuera posible. Cuando el senador de Illinois llegó al micrófono apenas se pudo hacer oír en medio de la explosión de entusiasmo.

Este no era un evento universitario organizado por estudiantes locos-por-Obama. Estamos hablando de cuarentones y cincuentones de raza blanca y la elite del Partido Demócrata en este estado, agitando carteles y gritando un nombre que definitivamente no es anglosajón: “¡O-BA-MA!” “¡O-BA-MA!”. Y esto en Nueva Hampshire, el último estado en honrar el cumpleaños de Martin Luther King con un día feriado. La señora Clinton tenía sus simpatizantes, pero si se hubiese votado en el gimnasio hubiera perdido por goleada. Parecía cansada y dos veces su discurso provocó murmullos desaprobatorios y algunos abucheos que seguramente escuchó.

Para ella y para el republicano Mitt Romney la elección del martes es de vida o muerte. El impacto de Iowa fue inmenso y Nueva Hampshire suele elegir candidatos que terminan alzándose con las nominaciones.

Todos los candidatos tocan la misma cuerda: prometen grandes cambios si llegan a la Casa Blanca. Para Romney el discurso sirve para atacar a John McCain, 71, que apoya la guerra de Irak y viene en ascenso. “Los votantes saben que no vamos a cambiar Washington si mandamos de vuelta a las mismas viejas caras y sólo hacemos que cambien sillas”, dijo Romney en un acto anteayer. Pero Romney está sometido a mucha presión. Tiene una casa en este estado y gobernó la vecina Massachusetts. Mike Huckabee, el ganador de Iowa, tiene pocas chances aquí porque hay pocos conservadores cristianos. Rudy Giuliani, el otro peso pesado, casi no hizo campaña en Nueva Hampshire. Es McCain a quien debe derrotar.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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