La ciudad de Nazaret, en la Galilea israelí, fue alcanzada ayer por los misiles del movimiento chiíta libanés Hezbolá por primera vez desde que se desató la crisis, ocho días atrás. El ataque causó tres muertos, entre ellos dos niños, y veinte heridos. En total, la milicia radical Hezbolá lanzó cuatro misiles sobre la ciudad, que es la localidad árabe más importante del territorio israelí y que está situada unos 40 kilómetros al sur de la frontera libanesa. Nazaret es además uno de los lugares más venerados por los cristianos, ya que según la tradición fue en ese lugar donde el ángel Gabriel anunció a la Virgen María que traería al mundo a Jesús. Los ataques alarmaron a los habitantes de la ciudad, quienes protestaron por la falta de medidas por parte de las autoridades israelíes para evitar que los alcancen los proyectiles disparados desde el Líbano. Los habitantes destacaron la falta de sirenas y refugios antiaéreos y criticaron que las instrucciones de la comandancia de la retaguardia del ejército israelí, responsable de la población civil, son emitidas sólo en hebreo, una lengua que no todos los árabes-israelíes entienden.