Tomados por sorpresa por la noticia de su postulación, los panameños ya comenzaron a prepararse para tomar la posta de la banca no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU no bien termine el año. Por estos días el trabajo en la delegación panameña es arduo. “Estamos empapándonos de los temas de la agenda. El jueves pasado empezamos a participar como observadores en las reuniones del Consejo de Seguridad y estamos armando el equipo de trabajo”, afirmó a Página/12 Giancarlo Soler, representante adjunto de Panamá ante la ONU. Sobre las razones de haber sido designados para la banca, Soler indica que “no sé bien lo que pasó”, ya que había otros nombres que sonaban muy fuerte para el puesto. “Era evidente que en un momento dado las partes iban a tener que buscar una solución. Pensamos que iban a buscar otras opciones, ya sea en el Caribe o en América del Sur. Finalmente se nos comunicó que tenían esa propuesta conjunta, y es algo a lo que no se puede decir que no. Es una gran responsabilidad, especialmente frente a la región y al mundo”, afirmó Soler. “Nosotros mantuvimos una conducta de comprensión, y un perfil bajo. Eso nos pudo haber beneficiado para ser elegidos.”